LAS VOCACIONES DE NUESTROS HIJOS.
Desde el gran privilegio de poder participar en el crecimiento de otras personas, me voy dando cuenta de situaciones que te empujan a la obligatoria necesidad de reflexionar. Nacemos en un entorno donde ya tenemos una necesidad de ser algo y alguien, de demostrar lo que valemos y en compensación vamos recibiendo una “estima” por parte de las personas que nos rodean. Es importante decir que yo como persona siento esto como hijo, pero nunca lo reconoceré como padre, aunque claramente me estoy autoengañando. Es obvio que cualquier persona con independencia de nuestra clase social o ambiente recibimos una retroalimentación en compensación con lo que realizamos, por ello nos esforzamos, es pues una primera fuente de motivación. Desde esta perspectiva claramente errónea por ambas partes empiezan a surgir las primeras divergencias entre padres e hijos, ambas por desconocimiento, en una prima el miedo y la inseguridad y en otras este desconocimiento es por falta de experiencias. Es curiosa la lectura pasado el tiempo donde no solo muy pocas personas se descabalgan de su razón, sino que poco a poco las cosas se van colocando pero aún así nacen los desencuentros irreconciliables por un lado y por otro los grandes vacíos existenciales que son muy difíciles de rellenar. Hablo desde una postura sana, donde no existen ni dependencias afectivas, ni a priori enganches emocionales, si éstos existiesen se multiplicaría el conflicto.
El camino que hoy quiero transitar es el profesional, las
vocaciones y necesidades vitales de las personas. Estos camino tarde o temprano
se encuentran, bien porque la vida te obliga a ello o bien porque necesitas dar
una respuesta a un destino marcado. Entre medias veo personas sumamente
infelices que no pueden dejar de remar, teniendo la amarga sensación de haber
vivido la vida de otra persona, personas que no tratan bien a sus pacientes,
clientes, amigos porque no están haciendo lo que deberían hacer. Desde NVA Coaching
jugamos con ventaja porque estas características las vemos claramente en la
carta, vemos por ejemplo personas que deberían ser expresivas, que deberían
pintar cuadros distintos, pero que siempre pintan el mismo, repitiendo
patrones, o personas que pintan siempre el mismo cuadro porque no tienen mas
remedio que ser artista, cuando lo que quieren es ser Mecenas.
Estas divergencias infelices desunen
lazos y crean a su vez otro tipo de situaciones problemáticas con personas que
nos rodean creando a su vez una imagen irreal que provocan rechazo entre
personas que deberían amarse.
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