miércoles, 23 de julio de 2014

SOLVENTAR ERRORES DEL PASADO

Los errores  del pasado son considerados errores ahora, según tu percepción, pero no lo eran en el presente, en “su” presente.  Es más eran el presente, y en aquel entonces los vivías con la misma intensidad que hoy estas leyendo esto. ¿Será un error mañana? Querido amigo/a estas asumiendo  un inconveniente  donde no lo hay. Consideramos errores hoy lo que hicimos ayer porque lo vemos con la percepción, interpretación y condicionamientos de hoy, y aquí surge el conflicto.

Nos maltratamos cuando creemos que ayer cometimos un error, y solo debe ser considerado error cuando hicimos daño a otra persona y aún así puede ser subsanado.
Si solo nos lo hicimos a nosotros o nos lo hicieron, es algo que debemos superar desde la aquiescencia de que fue una lección que recibimos, y  si seguimos creyendo que erramos, no hemos aprendido de él. Las situaciones se producen porque o las creamos nosotros o porque desembocamos en ellas por la ley de causa y efecto, empieza a sanar este comportamiento desde hoy no volviendo a preguntar porqué sino para qué.



Empieza a quererte y lo que es más importante a  respetarte. Seguramente de una persona que admires y halla cometido tu mismo "error" dirías: “Son experiencias que han fortalecido su existencia” ¿Por qué no lo piensas de ti? ¿Por qué somos tan obtusos  para siempre anclarnos en el lado negativo y malo de cada situación y ser capaces de llegar a sentirnos cómodos?

Bien es verdad que con la experiencia, el conocimiento y la pequeña sabiduría que tenemos a día de hoy no volveríamos a transitar los mismos caminos o no deberíamos hacerlo, pero esta es la auténtica riqueza del ser humano, cambiar de camino pero llevar la misma impedimenta, y que nos haya servido para por un lado no volver a cometer el mismo suceso y que éste no te penalice como encaras las siguientes oportunidades/situaciones.

Permíteme que te exponga un ejemplo bastante visual para aclararme en mi exposición: Voy a comprar fruta y el tendero me da una bolsa que me hace daño en los dedos, voy mañana y pasa lo mismo. Me duelen los dedos y llego a casa con ellos embotados y rojitos. Si no hubiera aprendido, repetiría el patrón continuamente quejándome y diciéndole al mundo: ¡que he hecho yo para merecer esto!, ¡si tuviera  medios! La fruta me la traerían a casa, ¡ Si tuviera familia o compañía! Me la podían traer ellos....

Si no he aprendido la lección pero me condiciona el asunto, no compraré fruta para no hacerme daño, con lo que mi salud se verá resentida.

Pero si la he aprendido llevaré una bolsa con grandes asas o un carrito para traer la fruta que tanto me beneficia. Y daré gracias a Dios porque puedo comer fruta.

El problema era el mismo en todas las situaciones, la forma de procesarlo ha marcado la diferencia.


La forma de procesar un error y el sentimiento de respeto que nos tengamos marcará la diferencia de como los "errores" del pasado lo serán o no.



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