Si uno se acerca al parto con un corazón abierto, puede ser una de las
experiencias más asombrosas y transformadoras de su vida. Hay que superar el
condicionamiento social que está basado principalmente en temores e
ignorancia. Debemos prepararnos para esa experiencia en un nivel físico, mental
y espiritual. Físicamente, nos preparamos cuidando nuestra salud y cuerpos
durante todo el embarazo. Al acercamos al final del embarazo, comemos muchas
hojas verdes para fortalecer nuestra sangre y energías vitales. Las caminatas
diarias ayudan a mantener nuestro cuerpo activo. Nuestras energías se dirigen
hacia ejercicios de movimiento, respiración y visualización.
En un nivel mental, emocional y espiritual, hay una gran variedad de
prácticas pero sobre todo y por siempre: Respire. Para la mujer
embarazada es más fácil inhalar por la nariz y exhalar por la boca; así,
comenzamos… lentamente, inhalando por la nariz… exhalando por la boca…
inhalando por la nariz… exhalando por la boca… inhalando por la nariz…
exhalando por la boca… inhalando por la nariz… exhalando por la boca… repetida
veces.
La
respiración es la fuente de la energía vital, el conocimiento y la
transformación. Si no hacemos nada más que respirar conscientemente durante
todo el parto, hemos hecho lo mejor posible. Así, el acto consciente de la
respiración, frente a toda distracción posible – sea mental o físico – es el
mejor método de vivenciar el nacimiento.
Consideremos
el concepto de una “contracción”. Mientras los músculos uterinos están
contrayéndose, la cérvix se está abriendo. Pues la mente tiende a ser muy
literal, si nos concentramos en una “contracción” nuestro cuerpo se tensará,
contrayendo más los músculos, aumentando el temor y disminuyendo la
respiración. Por otro lado, si nuestra concentración se enfoca en una
“expansión”, la experiencia será distinta; se relajarán más los músculos,
aumentará la respiración y el flujo de oxigeno y principalmente le dará
bienestar a la mamá.
La " segunda etapa" del nacimiento comienza cuando el cérvix se dilata completamente (a
Su bebé está en la puerta de entrada al mundo. Recuerde que éste es su nacimiento – somos simplemente el medio por el cual nace. Claro, es con nuestras acciones y esfuerzos que llegan a Ser, pero ellos también están experimentando este proceso intensamente. En la etapa del pujo final, están pasando de un ambiente de agua a un ambiente de aire. Las moléculas del aire son considerablemente más pequeñas y livianas que las del agua, por esto, el canal de nacimiento pélvico y el cuerpo fetal fueron diseñadas divinamente para permitir un proceso de descompresión por el cual el exceso de líquidos internos se podrían exprimir antes de entrar a la atmósfera más ligera. Mientras la cabeza fetal desciende por el arco pélvico, las placas craneales se sobreponen exprimiendo la presión intracraneal. Lo mismo sucede con los pulmones y la cavidad abdominal mientras que el bebé pasa por el pelvis completo. ¡Oh!, la belleza de la arquitectura divina.
.
A continuación
viene el segundo alumbramiento: la placenta. Esto se conoce técnicamente
como la “tercera etapa.” La “cuarta etapa” comienza después del
alumbramiento de la placenta y dura, por lo menos, cuatro horas más. Ambas
etapas son de vital importancia para la seguridad y salud de la madre y por
ello son dignas de igual atención e importancia.
Ahora que mi bebé ha nacido, la sabiduría interna de mi cuerpo sigue siendo sana y fuerte. Muy pronto después del nacimiento de mi niño o niña, mi útero suelta su apego por la placenta y ésta nace fácilmente. Mi útero continúa siendo activo en su proceso de cerrar todos los vasos sanguíneos que estuvieron conectados con la placenta, sigue siendo firme y fuerte dentro de mi abdomen. El resto de mi cuerpo sabe que el proceso de dar a luz ha terminado y mis vasos sanguíneos y energía muscular se redirigen hacia mi salud y fuerzas personales. Mientras mis energías se conservan naturalmente de esta manera, fácilmente me concentro en amamantar a mi hijo o hija recién nacido. Disfruto el comienzo de esta conexión y así mi calostro fluye con la primera succión de mi bebé. “Muchas mujeres describen sus experiencias de dar a luz como una elevación espiritual, el poder del cual nunca antes habían tenido conocimiento... Para tales mujeres el parto es un monumento de alegría dentro de su memoria. Se vuelve a él en el pensamiento de buscar nuevamente un éxtasis que pasó demasiado rapido.” ~ Grantly Dick-Read,Parto Sin Temor
“No es sólo la creación de bebés,
sino la creación de madres que
las matronas ven como el milagro del nacimiento.” Barbara Katz Rothman
“El cuerpo femenino tiene su propia
sabiduría, y un sistema de nacimiento refinado por más de 100.000 generaciones
no es tan fácil de dominar.” ~ Sarah Buckley
“Así como el corazón de una mujer
sabe cómo y cuándo latir, sus pulmones saben cuando inhalar, y su mano sabe
cuando retirarse del fuego, así también, sabe cuándo y cómo dar a luz.” ~
Virginia Di Orio
“Dar a luz me dió el drama que
siempre anhelé, la emoción de asomarse al borde primordial de la creación, la
emoción de lo inesperado. ~ Peggy Vicente, Baby Catcher
“Dar a luz es la más profunda iniciación que puede tener una mujer a la espiritualidad.” ~ Robin Lim
“El nacimiento es lo más seguro de
la vida.” ~ Harriette Hartigan
Trescientas mil mujeres se darán a
luz con usted hoy día. Relájese, respire y no haga nada más.
Enhorabuena.
http://www.maternidadconciente.org/daraluz.php
NVA
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