El I Ching “Yijing” o Libro de los Cambios, data de hace
unos treinta siglos. Nació como método de adivinación utilizado por la nobleza
de las dinastías chinas mas antiguas, pero también como una herramienta para
los rituales de sacrificio y mas tarde serviría como manual de adivinación del
porvenir, oracular y de meditación por la tradición taoísta y libro sobre el orden social, filosófico y
sapiencial por la tradición confuciana. Según algunos hallazgos arqueológicos
recientes se cree que existieron otros dos libros de los cambios asociados a
las dinastías Xia y Shang respectivamente que también estarían basados en los
trigramas, aunque se desconoce como se establecía el significado de estos.
El origen de los
trigramas se remonta a los tiempos del reinado de Fu Xi (2852 – 2738 a .C.) quien sería el
legendario primer emperador y padre fundador de la civilización china en la
edad primigenia, durante la cual los hombres convivían con los semidioses según
cuentan las leyendas. A Fu Xi le serían revelados los trigramas de manera
sobrenatural al verlos escritos sobre el lomo de un animal mitológico descrito
como un caballo-dragón que surgió del Río Amarillo, y reflejaría en ellos los
mensajes que interpretaría del poder creativo del cielo (Yang puro) y del poder receptivo de la tierra (Yin puro), desembocando en la
creación de ocho figuras compuestas por tres líneas a las que les atribuyo
cierto significado en términos de dualidad sobre las cosas que le rodeaban,
intentando explicar en ellas el lenguaje en el que se expresa el mundo. Estos
símbolos los entregaría Fu Xi a los hombres para su mejor comprensión de la
naturaleza.
Fu Xi propone un sistema
dinámico para explicar el universo, en el que lo único que permanece constante
es la permanencia de los cambios o trasformaciones. Para Fu Xi el mundo
conocido estaría compuesto de alguna esencia de tipo espiritual; esencia que
podía ser intuida e interpretada debido a que seguiría unos determinados
patrones, pudiéndose así adelantarse a ellos y predecir el futuro. Estos
patrones serían expresados y codificados en las figuras llamadas trigramas. Ese
destino predecible podría ser sin embargo alterado mediante el uso de
determinadas normas de comportamiento moral o la comprensión de la posición
propia en el orden cosmológico.
El I
Ching esta
dividido en dos partes creadas en distintas épocas pero agrupadas finalmente en
un solo texto por los eruditos de la dinastía Han. La primera parte y texto más
antiguo es el Zhouyi, creado por
el Rey Wen Wang, fundador de la dinastía Zhou (1100- 480 a .C.), de cuyo esfuerzo
intelectual surgieron los 64 hexagramas, en base a los místicos símbolos
dibujados por Fu Xi y mas tarde completado por el Duque de Zhou, hijo de Wen,
que agregó comentarios a cada una de las líneas de los hexagramas. La segunda
parte es conocida como Shi Yi (Las Diez Alas), que son diez
apéndices que completan las sentencias del Zhouyi, hechas por Confucio y sus
discípulos, y que contienen aportaciones sobre la interpretación de los
hexagramas, de las líneas, de la simbología, de las imágenes, del concepto del
cambio, de los trigramas, de la secuencia de los hexagramas y de su asociación
por pares, explicándolas e interpretándolas desde distintos puntos de vista e
incluso con importantes divergencias en algunas ocasiones debido a que fueron
creadas por distintas escuelas alejadas en el tiempo. Con la unión del Zhouyi y
el Shi Yi surge el Yijing como se conoce en la actualidad.
El I Ching se centra en
el estudio de los 64 hexagramas y sus correspondientes líneas que
representarían las distintas situaciones de la vida, la sociedad y la
naturaleza que rodea al ser humano, analizando las relaciones entre la
disposición de las líneas, y su polaridad. Según el texto estos 64 hexagramas
simbolizarían los patrones básicos de cambio y transformación del Universo. Un
hexagrama esta compuesto por una serie de líneas individuales o Yaos. Estas líneas pueden ser
continuas (—) Yang Yao o quebradas (--) Yin Yao. La combinación de estas
fuerzas bipolares serían las que permitirían el proceso transformativo
adecuado. Existen diversas teorías sobre el origen de las líneas, pero de
ninguna se tiene certeza.
Un trigrama o Gua se
expresa mediante líneas yin-yang en tres niveles diferentes (Sancai o “Tres Poderes”) construyéndose de abajo a arriba: el
nivel del Cielo en la línea superior, el nivel de la Humanidad en la línea
media y el nivel de la Tierra
en la línea inferior. Existen 8 posibles combinaciones de líneas yin-yang, es
decir 8 trigramas o Bagua y a cada una se le otorga un nombre, un
atributo y unas propiedades que describen sus características esenciales:
- Trigrama Quian: Simboliza el Cielo visto como
estructura cambiante, creadora y dinámica, siendo su acción regular y ordenada
pero sin planificación. Representa genéricamente la masculinidad por lo que se
le vincula con la fuerza, el poder, la voluntad, la agresividad, la autoridad y
la iniciativa. A veces es propicio y otras desfavorable. Se le atribuye
constancia, persistencia, vigor y fuerza imparable una vez puesta en marcha. Es
un trigrama luminoso que se utiliza para indicar el sur y en el ciclo de
estaciones el principio del invierno.
- Trigrama Kun: Simboliza la madre Tierra y
genéricamente la feminidad. Se le atribuyen las cualidades de la fecundidad, la
aceptación, la comprensión, la tolerancia, el amor y la generosidad. Muestra
cualidades acuáticas y por lo tanto creadoras. Representa la aceptación, la
flexibilidad y la no oposición en el fluir de la naturaleza. Por ser un
trigrama poco luminoso se utiliza para indicar el norte y en el ciclo de
estaciones el comienzo del otoño.
- Trigrama Zhen: Es lo suscitativo, lo que inicia el
movimiento y estimula la acción. Se mueve como el trueno, rápido y energético
causando conmoción. Representa la motivación, la provocación, la exploración, la
experimentación, la apertura de nuevos rumbos, el arrastre y el ímpetu. En el
ciclo de las estaciones se vincula con la primavera y se le utiliza para
indicar el noreste.
- Trigrama Kan: Representa agua en movimiento,
fluyendo pero como elemento peligroso e impredecible, una situación en la que
hay que ser muy cauto. También puede significar una trampa, un agujero o un
precipicio. Simboliza los momentos críticos en los que pueden aparecer cambios.
En general su presencia integrando un hexagrama lo tiñe de aspectos
desfavorables o de riesgo. Dentro del ciclo estacional se relaciona con el
invierno y como punto cardinal con el oeste.
- Trigrama Gen: Se le asocia con la montaña
representando estabilidad, firmeza e inmovilidad. Simboliza un límite, una
detención, una restricción o un obstáculo y lo que ocurre cuando se produce una
parada. Se le asocia con la meditación y la quietud. En el ciclo estacional se
vincula con el comienzo de la primavera y como punto cardinal con el noroeste.
- Trigrama Xun: Es la adaptación, la fluidez y la
sutileza. Representa la capacidad de penetración y de encontrar caminos no
tenidos en cuenta en un principio adaptándose al terreno, al igual que lo hace
el viento. Se le atribuyen caracteres de humildad y prudencia, reserva e
inercia. En el ciclo estacional se vincula con el comienzo del verano y se
utiliza para indicar el sudoeste.
- Trigrama Li: Simboliza la luz brillante como el
fuego que nos permite ver las cosas y aleja la oscuridad. También representa la
luz de la iluminación espiritual y la inteligencia. Quema lo viejo para dar
paso a lo nuevo. Aunque simbólicamente también representa situaciones de
encumbramiento, cambio, frustración, aislamiento y ocultamiento, su presencia
en un hexagrama generalmente conlleva una connotación favorable. Dentro del
ciclo de las estaciones se relaciona con el verano y como punto cardinal se
vincula con el este.
- Trigrama Dui: Se le asocia con la paz serena que
representa un lago. Es la tranquilidad, la sensualidad, el placer y el
bienestar. Simbólicamente traduce situaciones de estímulo sensual, goce,
alegría, júbilo y optimismo. Representa la facultad de comunicación, la mente
abierta, receptiva y con voluntad de cooperación. En el ciclo anual corresponde
al otoño, y como punto cardinal al Sudeste.
Todavía no se sabe si los
trigramas precedieron a los hexagramas o al contrario, en cualquier caso los 64
hexagramas nacen de todas los emparejamientos posibles con los 8 trigramas
entre si, ampliando el contenido simbólico de estos. Al expresarse el hexagrama
o Chongguamediante seis líneas se
amplia la idea de polaridad yin-yang. La construcción de un hexagrama comienza
desde la línea inferior hasta la línea superior, simbolizando el paso del
tiempo entre ellas por lo que cuanto mas baja es la línea mas se sitúa el
acontecimiento alejado en el tiempo y cuanto mas alta mas posible es que se
refiera al final de dicho acontecimiento. Las tres líneas que componen el
trigrama inferior suelen indicar el momento del pasado al presente por lo que
la primera línea representa el germen que ha producido una situación concreta.
El trigrama superior tiene relación con el futuro mostrando la dirección que
tomara dicha situación. Como cada hexagrama se rige por la ley del cambio
existe la posibilidad de transformarse en cualquiera de los otros de modo que
el futuro se puede desplegar en 4096 caminos distintos posibles.
El Libro de los Cambios
interrelaciona todas las figuras de los hexagramas atribuyendo a las líneas
móviles vida propia. Una línea móvil se obtiene cuando en la tirada surgen
valores probabilísticamente menos frecuentes, es decir: tres valores yang
componen una línea yang viejo de suma igual a 9 y tres yin componen
una línea yin viejo de suma igual a 6. Estas líneas
móviles tienen la cualidad de generar una nueva línea pero de polaridad
inversa, lo que produce a su vez otro hexagrama llamado hexagrama derivado, así si surgen una
o más líneas móviles en la generación de un hexagrama originario, éste se verá
matizado por otro complementario que deberá ser tenido en cuenta conjuntamente
en la interpretación del resultado. De esta forma un hexagrama puede
trasformarse en otro si se dan las circunstancias precisas, abriendo así un
abanico de caminos posibles que serán solo comprendidos cuando se es parte
integrante de la dinámica de un proceso concreto. La obtención de hexagramas
sin líneas móviles (hexagramas cerrados) debe llevar a la meditación profunda y
a la abstención de cualquier tipo de actuación en espera de una
definición de las circunstancias. Una vez obtenido el hexagrama se deberá luego
leer la explicación que viene después del signo, así como el juicio general, la
imagen y el valor de las líneas, siendo la virtud de cada línea indicada por el
número 9 cuando esta es yang o el 6 cuando es yin.
El I Ching es pues una
fuente de consulta que puede indicar en cada momento la dirección correcta para
el actuar de quien lo consulta presumido de respeto y atención, encontrando en
el texto una apreciación de su situación actual y recomendaciones para una
conducta futura pues en los 64 hexagramas se encontrarían todas las
posibilidades vitales. Al utilizar cualquiera de los métodos que generan las
líneas del hexagrama se pondrían en contacto, por el llamado concepto de
sincronicidad, un microcosmos especifico con el todo o el macrocosmos,
reflejándose en la figura obtenida la palabra dada por el I Ching.
NVA
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