El hombre percibe el mundo
que le rodea gracias a sus sentidos físicos, la influencia de dicho mundo es
quizás lo más importante de su vida. Pero si prestamos un poco de atención
observaremos que no todo lo que nos rodea lo registra o percibe nuestros
sentidos. Echemos rápidamente una ojeada, al espacio vacío que hay entre el
libro y nosotros, ¿qué vemos?, seguramente muchos dirán ¡nada!, sin embargo
sabemos que, hoy por hoy, científicamente esto no es cierto en modo alguno.
Entre ese espacio, aparentemente vacío, existe una multitud de formas, más o
menos sutiles. Están las motas de polvo y algunos ácaros, esta el aire que
aunque invisible al ojo, permanentemente presente en la atmósfera. Pero aún hay
más, están miles y miles de ondas de radio y televisión, además de millones de
conversaciones de teléfonos móviles. Vaya, el espacio vacío parece muy
congestionado de tráfico de ondas. Pero si además queremos profundizar un poco
más, seremos conscientes que los átomos que formas la partículas del oxígeno,
por ejemplo, vibran o mejor dicho, giran incesantemente dentro de su núcleo,
los electrones y los protones alrededor del neutrón, y este movimiento produce
una finísima fricción que a su vez produce diversos ultrasonidos, que nuestros
oídos son incapaces de percibir.
Si siguiéramos
investigando, y profundizando en diferentes dimensiones, muy pronto entraríamos dentro del campo de lo extrasensorial,
dónde los pensamientos, las emociones y las fuerzas y vidas invisibles
ocuparían su lugar en el tiempo y en el espacio que nos rodea. Miremos atentamente a nuestro
alrededor, nada es realmente lo que parece ser, y hay mucho más oculto que no
percibimos, que lo que a priori o a simple vista parecería haber.
Conocemos el mundo por
medio de nuestros CINCO SENTIDOS, y si uno de ellos es defectuoso nuestro
conocimiento del mundo también varia.
Estos 5 sentidos todos
los conocemos y son:
EL OÍDO: Nos permite oír, una limitada frecuencia de
decibelios.
EL TACTO: Relacionado con la sensibilidad de la piel.
EL TACTO: Relacionado con la sensibilidad de la piel.
EL GUSTO: Nos pone en relación con una delimitada
escala de sabores.
EL OLFATO: Este sentido está mucho más desarrollado en los animales que en el hombre. Es un sentido poco utilizado en detrimento de los demás, sin embargo cuando lo utilizamos con plena conciencia nos proporciona un campo de experiencias maravilloso.
EL OLFATO: Este sentido está mucho más desarrollado en los animales que en el hombre. Es un sentido poco utilizado en detrimento de los demás, sin embargo cuando lo utilizamos con plena conciencia nos proporciona un campo de experiencias maravilloso.
"Nuestros sentidos Físicos, son como ventanas
abiertas al mundo exterior, que permite al Morador Interno, vislumbrar una
pequeña porción de la " Realidad”.
Más allá de esta fracción, encontramos otras
"Realidades" más profundas, ya sean químicas, atómicas o
Espirituales, de las cuales nuestros CINCO SENTIDOS, por sí mismos, nada
saben..."
C. Jinarajadasa, en su libro "Fundamentos de
Teosofía" hace una buena y clara exposición de lo que a los sentidos y a
su percepción estamos considerando.
Dice así:
Consideremos, por ejemplo, nuestro conocimiento del mundo por la facultad de la vista. ¿Qué entendemos por ver un objeto? Ello significa que nuestros ojos responden a las vibraciones de luz emitidas por el frente del objeto y que nuestra conciencia las traduce en ideas de forma Y color. Por supuesto que nosotros sólo vemos la parte que nos que se nos presenta al frente, nunca el todo, que abarca las partes anterior y posterior. Esta facultad de ver se debe, pues, a las ONDAS DE LUZ a que responden nuestros ojos.
Pero ¿Qué es, después
de todo, la Luz ?
Al contestar a esta pregunta veremos enseguida cuán pequeña es la parte VISIBLE
del Mundo y cuán grande la
INVISIBLE.
La luz es una vibración
en el éter, y según su amplitud y frecuencia es el COLOR que produce. La Luz que nosotros conocemos
procede del sol, que despide grandes haces de vibraciones de diversos tipos a
que llamamos LUZ BLANCA. Pero si hacemos pasar un rayo de luz blanca por un
prisma de vidrio, las partículas de éste dividen cada haz en sus vibraciones
constitutivas. Estas vibraciones percibidas por la retina del ojo producen en
nuestra conciencia la sensación del color.
Los colores que nuestros ojos pueden
percibir son siete: Rojo, Anaranjado, Amarillo, Verde, Azul, Añil y Violeta, que con sus matices y combinaciones
constituyen los variados colores del mundo en que vivimos y nos movemos. Pero los colores que nosotros vemos
no son todos los que existen. Nosotros no vemos más colores que aquellos a que
nuestros ojos pueden responder, y como sabemos, la respuesta de nuestro ojo es
muy limitada.
En el espectro podemos
ver los colores desde el rojo hasta el azul y después el violeta, pero pocos de
nosotros pueden percibir el añil entre el azul y el violeta.
Podemos responder a las
vibraciones solares y percibirlas como colores siempre que su número no baje de
15.000 por centímetro (rojo) o exceda de 25.000 (violeta), pero un pequeño
experimento nos mostrará pronto que antes del rojo y después del violeta
existen vibraciones que se nos traducirían en colores si pudiéramos responder a
ellas.
Si hacemos que un
espejo ustorio (1) refleje los rayos infrarrojos del espectro -nuestro ojo no
los percibe- y ponemos fósforo en el punto de su convergencia, el calor lo
encenderá, lo que indica que antes del color rojo hay en el espectro
vibraciones que producen calor.
De la misma manera, si
en el otro extremo del espectro interceptamos por una pantalla los rayos
violetas y en el espacio que les sigue, donde nuestros ojos no ven color
alguno, colocamos un disco o pantalla cubierto de cianido de platino, arderá el
disco por la acción de los rayos ULTRAVIOLETA. Hay, pues, en los rayos solares
INFRARROJO y ULTRAVIOLETA colores que nuestros ojos no perciben y que si
estuvieran al alcance de nuestra vista nos traerían la evidencia de que en la
naturaleza hay nuevos colores y nuevos matices. Esta simple observación ya de
hecho nos muestra que nuestra percepción de la realidad es limitada e inexacta.
También nuestro sentido
del oído es limitado: hay sonidos demasiado agudos y demasiado graves para que
nosotros los podamos oír. El sonido se produce por ondas aéreas, de las que la
nota más baja de un órgano ordinario produce 32 por segundo y la DO más alta 4,224. Nuestro oído
responde a los sonidos cuyo número de ondas oscile entre estos dos extremos,
pero los hay de menor y mayor frecuencia, aunque no podamos oírlos por más que
se produzcan en nuestro alrededor.
Supongamos que un péndulo vibra a un ritmo de dos oscilaciones por segundo, con lo que se consigue la primera octava; cada vez que el ritmo se duplica en aceleración - cuatro, ocho, dieciséis, etc.,- tenemos una octava más. Cuando se llega a la quinta octava con un ritmo de frecuencia de 32 vibraciones por segundo y una longitud de onda de
El diagrama se expresa
con bastante claridad. Las vibraciones clasificadas por la ciencia oscilan, en
cuanto a la magnitud de onda, entre 400 y un cuarto de millón -las producidas
por las radiaciones del hidrógeno bajo la influencia de una descarga eléctrica-
por pulgada (25'4 Mm .).
Nosotros respondemos a poco más de la novena parte de todas estas vibraciones
con los sentidos que poseemos.
En otras palabras, del
mundo que nos rodea, descubierto por la ciencia sólo conocemos una octava
parte, y las siete restantes permanecen ocultas para nuestra conciencia, y aún así creemos verlo TODO como realmente es...
Supongamos también que
nuestros nervios estuvieran organizados de otro modo, que no respondiesen a las
ondas de luz, pero sí a las eléctricas. ¡Qué diferente sería entonces el mundo
que nos rodea! Por más que el sol brillase para nosotros, no lo veríamos; la
atmósfera que nos rodea sería opaca; pero donde quiera que hubiese un fenómeno
eléctrico, veríamos. Un hilo telefónico sería un hueco por medio del cual
veríamos el mundo exterior, nuestras habitaciones estarían alumbradas, no por
la luz de una bombilla eléctrica, sino por hilos eléctricos extendidos por las
paredes. Realmente si nuestros sentidos respondiesen a las ondas eléctricas, ni
siquiera necesitaríamos hilos, veríamos por la luz emitida por los PROTONES y
ELECTRONES de que se componen los átomos. No tendríamos alternativa de noche y
día, mientras los electrones y protones girasen en sus revoluciones siempre
sería de día.
Poco a poco vamos
comprendiendo que vivimos en un mundo de ILUSIÓN, que tiene poca semejanza con
lo real. Ciertamente nos parece ver muchas estrellas en el cielo, pero (éstas
no están donde a nuestros ojos parecen estar, ¡y claro acaso algunas no existen
ya!
Por otra parte nos
parece que nuestro cuerpo es sólido, pero la ciencia nos dice que toda la
materia realmente sólida que contiene cabría en un dedal. Sabemos también que
el tacto, el gusto y el olfato apenas hacen más que darnos informaciones
valiosas para nuestro bienestar físico.
Hemos visto que nuestro
sentido del OÍDO abarca once octavas de vibración desde 16.000 a 32.000
vibraciones por segundo, pero muchos mamíferos, aves e insectos pueden captar
sonidos que están mucho más allá del límite que alcanza nuestra facultad. El
CONCEPTO que ellos tienen de la
REALIDAD de la
Naturaleza es con toda seguridad diferente al nuestro. Por
otra parte, de 60 o más octavas conocidas de ondas radiantes, ¡el ojo humano
solo puede captar UNA! Y por desgracia o por suerte dependemos más de la vista
que de cualquier otro sentido. Tal es exactamente el principio fundamental de la CLARIVIDENCIA. Nos
rodean muchos tipos de vibraciones a que el mortal en general no puede
responder. Está ciego, inconsciente, respecto a una parte del universo,
dispuesto a revelársele si él fuera capaz de responder a sus vibraciones.
Pero el Clarividente
responde y por lo tanto VE más del mundo real que el que no lo es. Por supuesto
que no todos los clarividentes son iguales en responder al mundo invisible:
unos ven poco y otros mucho; unos adquieren un concepto claro de lo que ven y
otros confuso e incoherente. Pero el principio de la clarividencia es
exactamente el mismo de la visión ordinaria. Aún no conocemos qué desarrollo
especial de los nervios y de los centros cerebrales es necesario para responder
a las vibraciones del mundo invisible, pero la ciencia del mañana nos la
descubrirá, descubriéndonos científicamente la "FISIOLOGÍA OCULTA DEL
CEREBRO" y pondrá el mecanismo de la clarividencia más a nuestro alcance
que lo está hoy.
El Teósofo C.
Jinarajadasa agrega, respecto a su propia experiencia:
“Al hablaros de este
mundo más extenso e invisible que nos rodea, no lo hago de segunda mano, sino
también por propia observación y conocimiento. No sé lo que hay de especial en
los centros de mi cerebro; pero es un hecho constante de mi conciencia que en todo
mí alrededor, a través, dentro y fuera de todo, existe un mundo invisible, muy
difícil de describir. Su visión apenas requiere esfuerzo de voluntad; no
necesito mayor concentración que la de la vista física para ver un objeto. Es
indiferente que los ojos estén abiertos o cerrados puesto que no se ve con
ellos. La vista física y la interna son independientes entre sí y, sin embargo,
ambas actúan simultáneamente. Mi ojo ve el papel en que escribo esto y al mismo
tiempo mi algo (no sé cómo llamarlo ve el mundo invisible que hay encima,
debajo, alrededor y a través del papel, de la mesa y de la habitación. Este
mundo es luminoso, y parece que todo punto de este espacio es un manantial de
luz propia, diferente de la del mundo físico. Todo su espacio está en pleno
movimiento; pero que sugiere de un modo confuso e indescriptible la idea de la Cuarta Dimensión ”.
Como resumen que
sugieren realidades, los diagramas son de gran valor para quienes los emplean
correctamente.
Veamos a continuación los diferentes Planos:
LOS 7 PLANOS
1) El Plano Físico.
2) El Plano Astral, Emocional o De Deseos
3) El Plano Mental.
4) El Plano Búdhico o Intuicional.
5) El Plano Átmico o Nirvánico.
6) El Plano Monádico .
1) El Plano Físico.
2) El Plano Astral, Emocional o De Deseos
3) El Plano Mental.
4) El Plano Búdhico o Intuicional.
5) El Plano Átmico o Nirvánico.
6) El Plano Monádico .
7) El Plano Divino o Ádico
.
Hemos empezado a
enumerar los PLANOS o DIMENSIONES de la naturaleza desde el más denso al más
elevado, sin embargo también podemos hacerlo al revés, siendo el plano Divino
el primero y el Físico el séptimo, el orden no importa, pero tengamos en cuenta
que cuando digamos por ejemplo el quinto plano, sepamos en qué orden hemos empezado,
si de arriba o de abajo. Como hemos dicho, las diferentes dimensiones del
Universo se “ínterpenetran siempre”, de tal manera que en este mismo instante,
aquí y ahora, todos los planos participan conjuntamente, aunque sí es cierto que
un plano superior se expande por encima de uno inferior en diámetro. El mejor
ejemplo para comprender esta idea de integración, es el de la esponja llena de
agua, dónde en un mismo espacio hay tres elementos diferentes, sólido, líquido
y gaseoso (aire), compartiendo todos ellos armoniosamente la esponja.
Cada Plano es una
región muy concreta de existencia, aunque estrechamente relacionada con la
anterior y la posterior inmediata. Esto es posible debido a que cada Plano esta
subdividido a su vez en “siete subplanos”o siete diferenciaciones menores. Así
podemos comprender que por ejemplo el Plano Físico contiene dentro de su
manifestación diversos estados de la materia que llamamos: sólido, líquido,
gaseoso, y cuatro más que a continuación expondremos. También cada Mundo
difiere por completo del otro, y tienen sus propias leyes y limitaciones
dimensiónales. Veamos a continuación cada uno por separado, aunque sólo sea
básicamente.
EL PLANO FÍSICO
- El Plano Físico es el
MÁS DENSO y el más evidente para el ser humano común. Está sujeto a más Leyes
que los otros seis superiores, ya que conforme se asciende en niveles
(vibración), menor es la presión ejercida por la materia. La composición de su
SUSTANCIA, es la más grosera y concretizada, siendo por lo tanto el plano
inferior de la creación.
- El hombre hace
contacto con él a través de sus SENTIDOS FÍSICOS: vista, oído, gusto, tacto y
olfato, teniendo la mente como agente sintetizador de todos ellos. Este
contacto se alcanzo gracias al enorme esfuerzo realizado por la evolución, para
capacitarlo en responder lo mejor posible a los impactos del mundo exterior
(físico). El estudio sobre sus innumerables fenómenos, así como de sus variados
tipos de vida, no pueden ser desarrolladas aquí, ya que ya han sido suficientemente
tratados y desarrollados por nuestros científicos y hombres de ciencias
naturales.
Todos los Planos tienen
siete tipos de densidades diferentes llamados normalmente SUBPLANOS. El Plano
Físico está compuesto por diversas DENSIDADES, siete en total, siendo las tres
inferiores conocidas por todos, veamos: la sólida, la líquida y la gaseosa, (el
cuarto estado de la materia física es hoy en día un hallazgo de la ciencia, la
cual la está estudiando muy incipientemente, se la conoce esotéricamente como energía
etérica).
Los Siete SUBPLANOS del
Plano Físico son:
El Sólido - El Líquido- El Gaseoso,
El Etérico - El Superetérico - El Subatómico - El Atómico
Debemos recordar que
cuanto más elevado es un subplano más rápido es el nivel vibratorio de la
materia que le corresponde. La ciencia moderna conoce únicamente cuatro: el
Sólido, el Líquido, el Gaseoso y el Plasmático. Más allá de éstos existen otros
tres, si bien cabe presuponer la posibilidad de que el PLASMA conocido por la
ciencia abarque también estos últimos estados y haga de hecho referencia a la
totalidad de la Región
que ocultamente se ha venido denominando ETÉRICA.
CARACTERISTICAS DE LA MATERIA ETERICA
A NIVEL etérico, y para
los que poseen desarrollada la clarividencia de esta clase, pueden percibir una
gama cromática mucho mayor que la que normalmente se registra en los tres
subplanos inferiores. Desde esa perspectiva, los gases son visibles, así como
los éteres, gérmenes, infecciones, bacterias, virus, etcétera. Cada zona
GEOGRÁFICA específica posee su propia naturaleza y atmósfera etérica,
constituida por los diversos éteres y las criaturas que los habitan: Espiritus
de la Naturaleza
y Devas. Estas atmósferas peculiares, positivas o negativas según los casos,
tienen una repercusión específica sobre los cuerpos etéricos y la fisiología a
ese nivel de las personas que residen o atraviesan esa zona.
Existen Mareas De Materia Etérica, así como existen en el agua del mar, y sus momentos de cambio coinciden con el mediodía y la medianoche. Igualmente existe una compleja Red de corrientes magnéticas que circulan, con diversos trazados, de uno a otro polo, y que poseen un enorme poder de arrastre e impulsión, susceptible de ser utilizado cuando se poseen los conocimientos y medios adecuados, como es el caso de los ovnis, que utilizan estas corrientes para sus desplazamientos a increíble velocidad. También la antigua y milenaria ciencia de la acupuntura, que por fin ha sido aceptada oficialmente por la medicina, encontramos que trabajan también a nivel etérico, por donde las energías fluyen por miles de meridianos etéricos dentro del cuerpo humano, invisibles al ojo, pero realmente precisos en su organización.
Existen Mareas De Materia Etérica, así como existen en el agua del mar, y sus momentos de cambio coinciden con el mediodía y la medianoche. Igualmente existe una compleja Red de corrientes magnéticas que circulan, con diversos trazados, de uno a otro polo, y que poseen un enorme poder de arrastre e impulsión, susceptible de ser utilizado cuando se poseen los conocimientos y medios adecuados, como es el caso de los ovnis, que utilizan estas corrientes para sus desplazamientos a increíble velocidad. También la antigua y milenaria ciencia de la acupuntura, que por fin ha sido aceptada oficialmente por la medicina, encontramos que trabajan también a nivel etérico, por donde las energías fluyen por miles de meridianos etéricos dentro del cuerpo humano, invisibles al ojo, pero realmente precisos en su organización.
PLANO ASTRAL
Es el Sexto Gran Plano
del Sistema Solar. En este nivel el Mundo Astral a perece muy diferente al
mundo físico, la materia es mucho más sutil que la etérica, y dotada de una
especial Vitalidad y Movilidad. Se trata pues de una materia en movimiento
incesante, que adopta todas las formas, imaginables, con vertiginosa rapidez,
pasando continuamente de una a otra, y refulgiendo con infinidad de matices
cromáticos, incluidos muchos colores no conocidos por el ojo físico. La luz
solar en el plano astral produce un efecto muy diferente que en el físico.
Existe una luminosidad
difusa que no procede de ninguna dirección determinada, siendo la propia
materia astral luminosa de por sí, no existiendo en ese nivel la absoluta
oscuridad, ni las sombras, y no viéndose afectada por las condiciones
atmosféricas del plano físico.
La visión en este Plano
es asimismo muy diferente de la física, ya que cada objeto se percibe por todos
sus lados a la vez, incluyendo su interior, al igual que su exterior.
Igualmente puede contemplarse las partículas que componen la atmósfera, las
Auras De Los Seres, y los cuatro Subniveles de la Materia Etérica ,
además de los colores ultravioletas, infrarrojos y todos cuantos actúan como
complementarios de los colores ordinarios a los que nuestra visión común no
percibe, por esa razón se la denomina “astral” haciendo referencia a
“estrellado” “luminoso”.
La materia del plano
astral actúa como Transmisora y
Receptora de los impulsos que ocasionan los movimiento, y permiten el sentimiento,
la percepción del placer y el dolor, del agrado y el desagrado, así, como de
los deseos , las aspiraciones, el amor, el odio, y todo tipo de emoción.
Esta es la razón por la
cual al Plano Astral también se la conoce como el Plano Emocional o de Deseos.
Así, también, todo objeto físico posee materia Astral del grado
correspondiente, que actúa como su contraparte a ese nivel, si bien no existe
una correlación directa entre las partículas del objeto físico y las de su
contraparte astral, que se hallan en continuo movimiento. En los seres vivos
esta contraparte se destruye por disgregación tras la muerte física. En el caso
de los objetos inanimados, la contraparte se destruye cuando se destruye el
objeto físico. El nivel astral es fluídico y hace posible que un objeto puramente
astral pueda ser movido por un ser astral, pero no la contraparte astral de un
objeto físico ya que ésta se halla unida indisolublemente a él. Para una
persona que es capaz de salir conscientemente con el Cuerpo Astral, llamado
también, proyección astral, puede percibir esta realidad con mucha más nitidez
y ser consciente, también, de la falta de gravedad y de otras leyes, puramente
físicas.
EL Plano Astral esta
subdividida a su vez en siete niveles diferentes, con muchas diferencias entre
los inferiores y los superiores. En los subplanos inferiores encontramos una
gran y nublosa existencialidad, es el mundo de las pesadillas, del odio, de los
deseos más escalofriantes de la humanidad. Es el estado relacionado con lo que
los cristianos consideran el infierno, un nivel dónde sus habitantes están
sujetos a muchas penalidades autogeneradas. Es importante comprender que cada
Plano o Subplano están dentro de cada ser humano, y que no hace falta “morir” o
dejar el cuerpo físico para experimentar dichos niveles, de hecho son muchos
los individuos que por ley de afinidad o correspondencia viven en sus propias
vidas subjetivas, dichos subplanos.
El Cielo y el Infierno
están dentro del hombre, es su propio bagaje interior, y de él depende subir o
bajar de grado espiritual. Los Subplanos Intermedios, son regiones dónde suelen
ir los recién “fallecidos”, un plano cordial, dónde los deseos y anhelos
humanos suelen materializarse en materia astral, estando sus habitantes
viviendo en su propio mundo de ilusión particular. En los niveles Superiores
encontramos una profunda Bondad, una luminosidad y ambientes sumamente
refinados. El amor es la clave para ir ascendiendo de subplanos y de
planos, cuando más se asciende mejor es la claridad y percepción espiritual, y
el alma se encuentra más libre, con menos velos ocultadores de la “verdad”.
los habitantes del Mundo Astral, porque tengamos presente que habitantes o seres de muy diferentes clases existen en todos los planos de la creación, y así como en el plano físico existen innumerables seres vivios, así también en el plano astral y en los demás, existen infinidades de vidas, que viven, evolucionan y se desenvuelven normalmente en su propio hábitat.
Los Habitantes astrales
se pueden dividir, a groso modo, en dos tipos: Los humanos, y los que no lo
son. Y dentro de esta división encontraríamos a los que habitan, propiamente
dicho, este plano y los visitantes que esporádicamente lo visitan o realizan
alguna labor.
En este plano encontramos a los que recientemente
han fallecido, también encontramos a los que durante el sueño dejan el cuerpo
físico y vagan por el plano astral dormidos, sin conciencia despierta. También
están los Discípulos y Adeptos que a voluntad entran en dicho mundo y de una
forma totalmente consciente realizan algún trabajo espiritual o de aprendizaje.
Cualquier individuo puede salir en cuerpo astral, y puede o no estar
espiritualmente desarrollado, porque el desenvolvimiento psíquico no va
necesariamente unido al progreso espiritual. Por lo tanto, podrá el psíquico
ser perfectamente consciente al actuar fuera del cuerpo físico, pero por falta
de adiestramiento se expone a tremendos engaños respecto a lo que percibe.
Sin embargo los los
Discípulos espiritualmente desarrollados, rara vez suelen actuar en los mundos
astrales, ya que su atención va más bien dirigida hacia el Plano mental, donde
hay mayor claridad y exactitud de lo que se percibe. En cuanto al individuo
vulgar, se le ve flotando vagamente en su cuerpo astral durante el sueño físico
en más o menos inconsciente condición. Durante el sueño profundo, el ego con el
cuerpo astral se retira del físico y permanece en su contigüidad, pero si el
individuo está muy poco desarrollado psíquicamente, queda tan inactivo como el
cuerpo físico. Sin embargo, en algunos casos, el cuerpo astral flota como en
sueños a impulsos de las corrientes astrales y eventualmente reconoce a otros
Egos en la misma condición y tiene experiencias agradables o desagradables,
cuyo recuerdo irremediablemente confuso y a menudo trasmutado en grotesca
caricatura de lo realmente ocurrido, es causa de que al despertar el individuo
crea que tuvo un sueño muy extraño.
La clasificación de los
habitantes no humanos, es aun mayor que la física, entra las que destacan
ciertos “Elementales” o Espíritus de la Naturaleza , ciertas Jerarquías Dévicas o
Angélicas, y seres procedentes de otros mundos, así como una gran variedad de
entidades de muy diversa índole evolutiva.
EL PLANO MENTAL
EL Plano Mental es aún
mucho más sutil que el Astral, siendo más elevado y sujeto a menos leyes
limitadores, en cuanto al Alma se refiere. Si bien también esta subdividido en
sietes subplanos, existe una gran brecha entre los cuatro inferiores y los tres
superiores, dividiéndose por consiguiente en Dos grandes áreas o regiones bien
diferenciadas. El Mental Superior o Mental abstracto y el Mental Inferior o Mental
concreto.
Si el Plano Astral
incorporaba una Cuarta dimensión que de
alguna forma, parecía anular el problema de la distancia o Espacio, ya que en
ese nivel uno puede viajar a la velocidad del pensamiento, en este nivel Mental
encontramos una QUINTA DIMENSIÓN, que parece anular el TIEMPO, ya que, en este
Plano en el que se producen los PENSAMIENTOS, todos los procesos relacionados
con un sujeto determinado que en el nivel Físico se manifiestan en un orden
secuencial, aquí se producen todos al tiempo, y en un mismo lugar.
La región del Plano Mental Abstracto, observado desde el punto de vista cristiano sería las Moradas del Cielo, o “Devachán” ocultista. Siendo la residencia verdadera de nuestra ALMA, de nuestro “YO SUPERIOR”. En los tres subplanos superiores se encuentra lo que esotéricamente se denomina “CUERPO CAUSAL”, el cual es, hablando simbólicamente “El Templo de Salomón Interno”, lugar donde permanece todos los tesoros del hombre, todas sus experiencias recogidas vida tras vida, nada se pierde en
Los Iniciados
superiores suelen utilizar este plano para trabajar espiritualmente, y así como
se puede realizar una proyección astral, también los discípulos avanzados
pueden proyectarse fuera del cuerpo físico y astral, y permanecer en sus
cuerpos mentales, funcionando perfectamente y con más precisión si cabe, que
con los anteriores.
En este mundo como en
los demás existen muchas vidas y entidades de diferentes rangos. También en los
subplanos inferiores del plano mental encontramos a ciertas entidades
“Elementarias”, a ciertas Jerarquías Angélicas de mayor grado, a seres con
cierto grado de evolución. Y en los subplanos superiores a Seres como los
Maestros de Sabiduría, a Devas excelsos y a los Ángeles Solares.
Únicamente nuestro
escaso desenvolvimiento, la limitación a que nos sujeta la vestidura de carne,
nos impide darnos cuenta de que el esplendor, la Gloria del Cielo está AQUÍ
y AHORA en nuestro alrededor, y que las influencias dimanantes del mundo
Celeste actuarían en nosotros si fuéramos capaces de comprenderlas y
recibirlas.
Por imposible que esto
le parezca al profano, es la más evidente y sencilla realidad para el
Ocultista, y a quienes no han comprendido todavía esta fundamental verdad repetiremos
el consejo que da al respecto el Gautama el BUDA:
“No
os quejéis ni lloréis ni supliquéis, sino abrid los ojos y ver, porque la luz
os envuelve y sólo falta que arranquéis la venda de los ojos y miréis. Es algo
admirable, hermoso, superior a todo cuanto soñó el hombre, a todo cuanto por lo
que lloró y suplicó, y es, además, sempiterno..."
EL PLANO BUDICO O DE LA INTUICION
Numerológicamente el
Plano Búdico es el CUARTO Gran Plano de Nuestro Sistema Solar, siendo el número
4 el CENTRO o medio de los 7. Por lo que tenemos 3 inferiores (Físico, Astral y
Mental), y 3 superiores (Átmico, Monádico y Divino) siendo el Plano Búdico el
punto medio. Podría decirse también que simboliza el MÍSTICO CORAZÓN CÓSMICO, y
que a su vez tiene una oculta e íntima relación con el corazón humano, siendo
este órgano analógicamente el centro del hombre.
Este Plano, al ser el Primero
verdaderamente Superior no se puede hacer contacto con él, sino es a través de
un riguroso trabajo de aceleración evolutiva, siendo los Iniciados de orden
superior los que sí pueden acceder conscientemente a dicho mundo y hacer
contacto y trabajar en él. Esta es una de las razones por las cuales poco o
nada se puede decir sobre él, salvo que su estructura es completamente
diferente y mucho más sutil de lo que nos podamos imaginar. El Plano Búdico
también es conocido como el PLANO "INTUICIONAL", pues en él, se capta
las Realidades Vírgenes de una forma
natural, instantánea, intuitivamente, sin necesidad de utilizar el mecanismo
mental para entenderlas o comprenderlas. Por esa razón la INTUICIÓN es un mecanismo muy espiritual y a la
vez muy natural que utiliza el Iniciado avanzado para discernir inequívocamente
sobre cualquier asunto. Esta intuición, a la que hacemos referencia, no es la
misma que las corazonadas o las adivinaciones instintivas. La
Intuición es el
instrumento del Alma, por el cual se puede reconocer “la verdad más elevada”,
directamente, desnuda, sin capas o velos, por lo tanto estamos hablando de un
Poder o Cualidad de carácter Divino.
Las Fuerzas y energías
de dicho Plano son con las que trabajan los Maestros de Sabiduría. En el Plano
Búdico la “UNICIDAD”, la “UNIDAD” es reconocida perfectamente y corroborada por
la conciencia del Iniciado. Es el Plano del AMOR PURO, llamado curiosamente, en
los escritos esotéricos “RAZÓN PURA”, teniendo una relación íntima con el
cuerpo o plano astral, el cual deberá a su debido tiempo, tras una larga
depuración y transmutación, manifestar y reflejar como un buen espejo las
cualidades más elevadas del plano búdico. El ser humano debe ser un buen canal
de manifestación de dichas energías, cuando esto ocurra de una forma masiva,
tendremos la demostración más solemne de la expresión “FRATERNIDAD” en el plano
físico
LOS PLANOS ÁTMICO, MONÁDICO y DIVINO
A medida que se
asciende en Dimensiones, más difícil resulta su interpretación y estudio para
nuestra limitada mente tridimensional. En estos Planos Superiores actúan muchas
menos leyes acondicionadoras del espíritu humano, por lo que hay una mayor
LIBERTAD en cuanto a expresión de la Divinidad se refiere, a la vez que fluye en ellas
un Gran Caudal de Espiritualidad Divina, indescriptible para nuestros cerebros.
De momento poco o nada se puede decir, sólo que en ellos moran los ESPÍRITUS
PUROS, y Seres que trascienden nuestra peculiar condición humana, siendo las
"MORADAS" más hermosas de nuestro PADRE CELESTIAL.
Dando nociones
esporádicas sobre dichos Planos, podemos decir que en el Plano Átmico, por
ejemplo se manifiesta con mucha fuerza la Voluntad del Ser, el aspecto Poder Espiritual,
así como en el Plano Monádico es la morada o la región de nuestro VERDADERO
SER, nuestro “YO DIVINO”, el “ESPÍRITU” del hombre, es el nivel que el ser
humano debe alcanzar como meta en este planeta. Cuando la alcanza y se fusiona
con la “Mónada”, el Espíritu Divino entonces deviene como hombre perfecto o
MAESTRO de Sabiduría. En el Plano llamado Divino o Ádico, por ser el primero y
más elevado, parecer ser que uno entra en cierta relación mística e incluyente
con la Voluntad Divina ,
con la Conciencia
de Dios, siendo consciente en cierta medida del “PLAN DIVINO” que nuestro
Creador tiene para con su Creación Entera.
Estos SIETE PLANOS
colectivamente constituyen EL PLANO FÍSICO CÓSMICO por lo que cada uno de
nuestros siete planos son los correspondientes siete SUBPLANOS del Plano Físico
Cósmico. Este dato nos muestra la
Magnitud de la
Creación , por lo que podemos constatar que lo que nosotros
llamamos Plano Divino, no es más que el SUBPLANO Atómico Del Plano Físico
Cósmico, y así sucesivamente.
Aunque el tema es amplio y a la vez complejo, no deja de ser por ello bellamente revelador, mostrándonos a la inteligencia humana un panorama que hasta ahora ignorábamos, y aunque siga siendo para muchos, una “bonita teoría”, nos invita a descubrirlo personalmente. Porque lo que para unos es absurdo, para otras es muy cierto, reduciéndose todo a una cuestión de trabajo y observación.
Aunque el tema es amplio y a la vez complejo, no deja de ser por ello bellamente revelador, mostrándonos a la inteligencia humana un panorama que hasta ahora ignorábamos, y aunque siga siendo para muchos, una “bonita teoría”, nos invita a descubrirlo personalmente. Porque lo que para unos es absurdo, para otras es muy cierto, reduciéndose todo a una cuestión de trabajo y observación.
(1) El espejo ustorio es un espejo cóncavo
de gran tamaño utilizado para concentrar en su foco los rayos solares o de un
cuerpo en combustión y aprovechar con fines bélicos el gran calor que produce.
Etimológicamente, su nombre proviene de la palabra latina ustor,
de ustoris, el que quema. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Espejo_ustorio
Autor: Francisco Redondo Segura.
NVA
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