sábado, 17 de enero de 2015

PLANOS Y DIMENSIONES. NUESTRA LIMITADA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD.

El hombre percibe el mundo que le rodea gracias a sus sentidos físicos, la influencia de dicho mundo es quizás lo más importante de su vida. Pero si prestamos un poco de atención observaremos que no todo lo que nos rodea lo registra o percibe nuestros sentidos. Echemos rápidamente una ojeada, al espacio vacío que hay entre el libro y nosotros, ¿qué vemos?, seguramente muchos dirán ¡nada!, sin embargo sabemos que, hoy por hoy, científicamente esto no es cierto en modo alguno. Entre ese espacio, aparentemente vacío, existe una multitud de formas, más o menos sutiles. Están las motas de polvo y algunos ácaros, esta el aire que aunque invisible al ojo, permanentemente presente en la atmósfera. Pero aún hay más, están miles y miles de ondas de radio y televisión, además de millones de conversaciones de teléfonos móviles. Vaya, el espacio vacío parece muy congestionado de tráfico de ondas. Pero si además queremos profundizar un poco más, seremos conscientes que los átomos que formas la partículas del oxígeno, por ejemplo, vibran o mejor dicho, giran incesantemente dentro de su núcleo, los electrones y los protones alrededor del neutrón, y este movimiento produce una finísima fricción que a su vez produce diversos ultrasonidos, que nuestros oídos son incapaces de percibir.



Si siguiéramos investigando, y profundizando en diferentes dimensiones, muy pronto entraríamos dentro del campo de lo extrasensorial, dónde los pensamientos, las emociones y las fuerzas y vidas invisibles ocuparían su lugar en el tiempo y en el espacio que nos rodea. Miremos atentamente a nuestro alrededor, nada es realmente lo que parece ser, y hay mucho más oculto que no percibimos, que lo que a priori o a simple vista parecería haber.

Conocemos el mundo por medio de nuestros CINCO SENTIDOS, y si uno de ellos es defectuoso nuestro conocimiento del mundo también varia. 
Estos 5 sentidos todos los conocemos y son:

LA VISTA: Este sentido nos permite percibir, ver, una determinada gama de vibraciones cromáticas.
EL OÍDO: Nos permite oír, una limitada frecuencia de decibelios.
EL TACTO: Relacionado con la sensibilidad de la piel.
EL GUSTO: Nos pone en relación con una delimitada escala de sabores.
EL OLFATO: Este sentido está mucho más desarrollado en los animales que en el hombre. Es un sentido poco utilizado en detrimento de los demás, sin embargo cuando lo utilizamos con plena conciencia nos proporciona un campo de experiencias maravilloso.



"Nuestros sentidos Físicos, son como ventanas abiertas al mundo exterior, que permite al Morador Interno, vislumbrar una pequeña porción de la " Realidad”.

Más allá de esta fracción, encontramos otras "Realidades" más profundas, ya sean químicas, atómicas o Espirituales, de las cuales nuestros CINCO SENTIDOS, por sí mismos, nada saben..."

C. Jinarajadasa, en su libro "Fundamentos de Teosofía" hace una buena y clara exposición de lo que a los sentidos y a su percepción estamos considerando.


Dice así:

Consideremos, por ejemplo, nuestro conocimiento del mundo por la facultad de la vista. ¿Qué entendemos por ver un objeto? Ello significa que nuestros ojos responden a las vibraciones de luz emitidas por el frente del objeto y que nuestra conciencia las traduce en ideas de forma Y color. Por supuesto que nosotros sólo vemos la parte que nos que se nos presenta al  frente, nunca el todo, que abarca las partes anterior y posterior. Esta facultad de ver se debe, pues, a las ONDAS DE LUZ a que responden nuestros ojos.

Pero ¿Qué es, después de todo, la Luz? Al contestar a esta pregunta veremos enseguida cuán pequeña es la parte VISIBLE del Mundo y cuán grande la INVISIBLE.

La luz es una vibración en el éter, y según su amplitud y frecuencia es el COLOR que produce. La Luz que nosotros conocemos procede del sol, que despide grandes haces de vibraciones de diversos tipos a que llamamos LUZ BLANCA. Pero si hacemos pasar un rayo de luz blanca por un prisma de vidrio, las partículas de éste dividen cada haz en sus vibraciones constitutivas. Estas vibraciones percibidas por la retina del ojo producen en nuestra conciencia la sensación del color.

Los colores que nuestros ojos pueden percibir son siete: Rojo, Anaranjado, Amarillo, Verde, Azul, Añil y Violeta, que con sus matices y combinaciones constituyen los variados colores del mundo en que vivimos y  nos movemos. Pero los colores que nosotros vemos no son todos los que existen. Nosotros no vemos más colores que aquellos a que nuestros ojos pueden responder, y como sabemos, la respuesta de nuestro ojo es muy limitada.

En el espectro podemos ver los colores desde el rojo hasta el azul y después el violeta, pero pocos de nosotros pueden percibir el añil entre el azul y el violeta.

Podemos responder a las vibraciones solares y percibirlas como colores siempre que su número no baje de 15.000 por centímetro (rojo) o exceda de 25.000 (violeta), pero un pequeño experimento nos mostrará pronto que antes del rojo y después del violeta existen vibraciones que se nos traducirían en colores si pudiéramos responder a ellas.

Si hacemos que un espejo ustorio (1) refleje los rayos infrarrojos del espectro -nuestro ojo no los percibe- y ponemos fósforo en el punto de su convergencia, el calor lo encenderá, lo que indica que antes del color rojo hay en el espectro vibraciones que producen calor.

De la misma manera, si en el otro extremo del espectro interceptamos por una pantalla los rayos violetas y en el espacio que les sigue, donde nuestros ojos no ven color alguno, colocamos un disco o pantalla cubierto de cianido de platino, arderá el disco por la acción de los rayos ULTRAVIOLETA. Hay, pues, en los rayos solares INFRARROJO y ULTRAVIOLETA colores que nuestros ojos no perciben y que si estuvieran al alcance de nuestra vista nos traerían la evidencia de que en la naturaleza hay nuevos colores y nuevos matices. Esta simple observación ya de hecho nos muestra que nuestra percepción de la realidad es limitada e inexacta.

También nuestro sentido del oído es limitado: hay sonidos demasiado agudos y demasiado graves para que nosotros los podamos oír. El sonido se produce por ondas aéreas, de las que la nota más baja de un órgano ordinario produce 32 por segundo y la DO más alta 4,224. Nuestro oído responde a los sonidos cuyo número de ondas oscile entre estos dos extremos, pero los hay de menor y mayor frecuencia, aunque no podamos oírlos por más que se produzcan en nuestro alrededor.

Supongamos que un péndulo vibra a un ritmo de dos oscilaciones por segundo, con lo que se consigue la primera octava; cada vez que el ritmo se duplica en aceleración - cuatro, ocho, dieciséis, etc.,- tenemos una octava más. Cuando se llega a la quinta octava con un ritmo de frecuencia de 32 vibraciones por segundo y una longitud de onda de 10,63 metros, se oye un sonido muy bajo. Cuando se alcanza la décima quinta octava con una frecuencia de 32,786 vibraciones por segundo y una longitud de onda de 10 metros, el sonido se extinguirá para nosotros, empezando el ultra sonido - que ciertos animales pueden percibir -. Después se transforman las mismas vibraciones en ondas de radio y onda corta, transformándose en calor al llegar a 40 octavas y posteriormente en infrarrojos, hasta que llegamos a la octava cuadragesimonovena. Aquí son nuestros ojos los que responden y comenzamos a "ver". Allí las ondas van decreciendo en longitud, de 78 millonésimas de centímetro (0,000038 centímetros), es decir desde los rayos rojos y pasando por los anaranjados, amarillos, verdes, azules e índigo, hasta llegar a los rayos violeta, que marcan el limite de la visión humana.

El diagrama se expresa con bastante claridad. Las vibraciones clasificadas por la ciencia oscilan, en cuanto a la magnitud de onda, entre 400 y un cuarto de millón -las producidas por las radiaciones del hidrógeno bajo la influencia de una descarga eléctrica- por pulgada (25'4 Mm.). Nosotros respondemos a poco más de la novena parte de todas estas vibraciones con los sentidos que poseemos.

En otras palabras, del mundo que nos rodea, descubierto por la ciencia sólo conocemos una octava parte, y las siete restantes permanecen ocultas para nuestra conciencia, y aún así creemos verlo TODO como realmente es...

Supongamos también que nuestros nervios estuvieran organizados de otro modo, que no respondiesen a las ondas de luz, pero sí a las eléctricas. ¡Qué diferente sería entonces el mundo que nos rodea! Por más que el sol brillase para nosotros, no lo veríamos; la atmósfera que nos rodea sería opaca; pero donde quiera que hubiese un fenómeno eléctrico, veríamos. Un hilo telefónico sería un hueco por medio del cual veríamos el mundo exterior, nuestras habitaciones estarían alumbradas, no por la luz de una bombilla eléctrica, sino por hilos eléctricos extendidos por las paredes. Realmente si nuestros sentidos respondiesen a las ondas eléctricas, ni siquiera necesitaríamos hilos, veríamos por la luz emitida por los PROTONES y ELECTRONES de que se componen los átomos. No tendríamos alternativa de noche y día, mientras los electrones y protones girasen en sus revoluciones siempre sería de día.

Poco a poco vamos comprendiendo que vivimos en un mundo de ILUSIÓN, que tiene poca semejanza con lo real. Ciertamente nos parece ver muchas estrellas en el cielo, pero (éstas no están donde a nuestros ojos parecen estar, ¡y claro acaso algunas no existen ya!

Por otra parte nos parece que nuestro cuerpo es sólido, pero la ciencia nos dice que toda la materia realmente sólida que contiene cabría en un dedal. Sabemos también que el tacto, el gusto y el olfato apenas hacen más que darnos informaciones valiosas para nuestro bienestar físico.

Hemos visto que nuestro sentido del OÍDO abarca once octavas de vibración desde 16.000 a 32.000 vibraciones por segundo, pero muchos mamíferos, aves e insectos pueden captar sonidos que están mucho más allá del límite que alcanza nuestra facultad. El CONCEPTO que ellos tienen de la REALIDAD de la Naturaleza es con toda seguridad diferente al nuestro. Por otra parte, de 60 o más octavas conocidas de ondas radiantes, ¡el ojo humano solo puede captar UNA! Y por desgracia o por suerte dependemos más de la vista que de cualquier otro sentido. Tal es exactamente el principio fundamental de la CLARIVIDENCIA. Nos rodean muchos tipos de vibraciones a que el mortal en general no puede responder. Está ciego, inconsciente, respecto a una parte del universo, dispuesto a revelársele si él fuera capaz de responder a sus vibraciones.
Pero el Clarividente responde y por lo tanto VE más del mundo real que el que no lo es. Por supuesto que no todos los clarividentes son iguales en responder al mundo invisible: unos ven poco y otros mucho; unos adquieren un concepto claro de lo que ven y otros confuso e incoherente. Pero el principio de la clarividencia es exactamente el mismo de la visión ordinaria. Aún no conocemos qué desarrollo especial de los nervios y de los centros cerebrales es necesario para responder a las vibraciones del mundo invisible, pero la ciencia del mañana nos la descubrirá, descubriéndonos científicamente la "FISIOLOGÍA OCULTA DEL CEREBRO" y pondrá el mecanismo de la clarividencia más a nuestro alcance que lo está hoy.

El Teósofo C. Jinarajadasa agrega, respecto a su propia experiencia:
“Al hablaros de este mundo más extenso e invisible que nos rodea, no lo hago de segunda mano, sino también por propia observación y conocimiento. No sé lo que hay de especial en los centros de mi cerebro; pero es un hecho constante de mi conciencia que en todo mí alrededor, a través, dentro y fuera de todo, existe un mundo invisible, muy difícil de describir. Su visión apenas requiere esfuerzo de voluntad; no necesito mayor concentración que la de la vista física para ver un objeto. Es indiferente que los ojos estén abiertos o cerrados puesto que no se ve con ellos. La vista física y la interna son independientes entre sí y, sin embargo, ambas actúan simultáneamente. Mi ojo ve el papel en que escribo esto y al mismo tiempo mi algo (no sé cómo llamarlo ve el mundo invisible que hay encima, debajo, alrededor y a través del papel, de la mesa y de la habitación. Este mundo es luminoso, y parece que todo punto de este espacio es un manantial de luz propia, diferente de la del mundo físico. Todo su espacio está en pleno movimiento; pero que sugiere de un modo confuso e indescriptible la idea de la Cuarta Dimensión”.




La Ciencia esotérica nos enseña que existen SIETE PLANOS en relación especial con el hombre y el sistema Solar, y todo individuo y toda entidad tiene en ellos alguna fase de su vida. Hay diferentes maneras de expresar con palabras los diferentes estados de la materia y de la energía. Dependiendo de la escuela esotérica, religión o creencia, estos diferentes niveles pueden ser descritos como: PLANOS, DIMENSIONES, ESTRATOS, REINOS, MORADAS, NIVELES, MUNDOS, REGIONES, etc. Nosotros preferimos utilizar la definición de Planos o Mundos, y es importante comprender que cuando nos referimos a dichos “Planos” o los vemos reflejados en diagramas, así como en cuadros o dibujos, de ningún modo deben ser tomados como mapas o realidades superpuestas, ya que la necesidad de representar los planos como "ESTRATOS", cuando en realidad se INTERPENETRAN, y de describir la posición física de las cosas que existen sólo en materia etérica o mental, imposibilita hacer una ilustración gráfica con precisión.


Como resumen que sugieren realidades, los diagramas son de gran valor para quienes los emplean correctamente.

Veamos a continuación los diferentes Planos:

LOS 7 PLANOS

1) El Plano Físico.
2) El Plano Astral, Emocional o De Deseos
3) El Plano Mental.
4) El Plano Búdhico o Intuicional.
5) El Plano Átmico o Nirvánico.
6) El Plano Monádico .
7) El Plano Divino o Ádico


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Hemos empezado a enumerar los PLANOS o DIMENSIONES de la naturaleza desde el más denso al más elevado, sin embargo también podemos hacerlo al revés, siendo el plano Divino el primero y el Físico el séptimo, el orden no importa, pero tengamos en cuenta que cuando digamos por ejemplo el quinto plano, sepamos en qué orden hemos empezado, si de arriba o de abajo. Como hemos dicho, las diferentes dimensiones del Universo se “ínterpenetran siempre”, de tal manera que en este mismo instante, aquí y ahora, todos los planos participan conjuntamente, aunque sí es cierto que un plano superior se expande por encima de uno inferior en diámetro. El mejor ejemplo para comprender esta idea de integración, es el de la esponja llena de agua, dónde en un mismo espacio hay tres elementos diferentes, sólido, líquido y gaseoso (aire), compartiendo todos ellos armoniosamente la esponja.

Cada Plano es una región muy concreta de existencia, aunque estrechamente relacionada con la anterior y la posterior inmediata. Esto es posible debido a que cada Plano esta subdividido a su vez en “siete subplanos”o siete diferenciaciones menores. Así podemos comprender que por ejemplo el Plano Físico contiene dentro de su manifestación diversos estados de la materia que llamamos: sólido, líquido, gaseoso, y cuatro más que a continuación expondremos. También cada Mundo difiere por completo del otro, y tienen sus propias leyes y limitaciones dimensiónales. Veamos a continuación cada uno por separado, aunque sólo sea básicamente.

EL PLANO FÍSICO
- El Plano Físico es el MÁS DENSO y el más evidente para el ser humano común. Está sujeto a más Leyes que los otros seis superiores, ya que conforme se asciende en niveles (vibración), menor es la presión ejercida por la materia. La composición de su SUSTANCIA, es la más grosera y concretizada, siendo por lo tanto el plano inferior de la creación.

- El hombre hace contacto con él a través de sus SENTIDOS FÍSICOS: vista, oído, gusto, tacto y olfato, teniendo la mente como agente sintetizador de todos ellos. Este contacto se alcanzo gracias al enorme esfuerzo realizado por la evolución, para capacitarlo en responder lo mejor posible a los impactos del mundo exterior (físico). El estudio sobre sus innumerables fenómenos, así como de sus variados tipos de vida, no pueden ser desarrolladas aquí, ya que ya han sido suficientemente tratados y desarrollados por nuestros científicos y hombres de ciencias naturales.

Todos los Planos tienen siete tipos de densidades diferentes llamados normalmente SUBPLANOS. El Plano Físico está compuesto por diversas DENSIDADES, siete en total, siendo las tres inferiores conocidas por todos, veamos: la sólida, la líquida y la gaseosa, (el cuarto estado de la materia física es hoy en día un hallazgo de la ciencia, la cual la está estudiando muy incipientemente, se la conoce esotéricamente como energía etérica). 

Los Siete SUBPLANOS del Plano Físico son:
El Sólido - El Líquido- El Gaseoso, El Etérico - El Superetérico - El Subatómico - El Atómico

Debemos recordar que cuanto más elevado es un subplano más rápido es el nivel vibratorio de la materia que le corresponde. La ciencia moderna conoce únicamente cuatro: el Sólido, el Líquido, el Gaseoso y el Plasmático. Más allá de éstos existen otros tres, si bien cabe presuponer la posibilidad de que el PLASMA conocido por la ciencia abarque también estos últimos estados y haga de hecho referencia a la totalidad de la Región que ocultamente se ha venido denominando ETÉRICA.

CARACTERISTICAS DE LA MATERIA ETERICA
A NIVEL etérico, y para los que poseen desarrollada la clarividencia de esta clase, pueden percibir una gama cromática mucho mayor que la que normalmente se registra en los tres subplanos inferiores. Desde esa perspectiva, los gases son visibles, así como los éteres, gérmenes, infecciones, bacterias, virus, etcétera. Cada zona GEOGRÁFICA específica posee su propia naturaleza y atmósfera etérica, constituida por los diversos éteres y las criaturas que los habitan: Espiritus de la Naturaleza y Devas. Estas atmósferas peculiares, positivas o negativas según los casos, tienen una repercusión específica sobre los cuerpos etéricos y la fisiología a ese nivel de las personas que residen o atraviesan esa zona.
Existen Mareas De Materia Etérica, así como existen en el agua del mar, y sus momentos de cambio coinciden con el mediodía y la medianoche. Igualmente existe una compleja Red de corrientes magnéticas que circulan, con diversos trazados, de uno a otro polo, y que poseen un enorme poder de arrastre e impulsión, susceptible de ser utilizado cuando se poseen los conocimientos y medios adecuados, como es el caso de los ovnis, que utilizan estas corrientes para sus desplazamientos a increíble velocidad. También la antigua y milenaria ciencia de la acupuntura, que por fin ha sido aceptada oficialmente por la medicina, encontramos que trabajan también a nivel etérico, por donde las energías fluyen por miles de meridianos etéricos dentro del cuerpo humano, invisibles al ojo, pero realmente precisos en su organización.

PLANO ASTRAL
Es el Sexto Gran Plano del Sistema Solar. En este nivel el Mundo Astral a perece muy diferente al mundo físico, la materia es mucho más sutil que la etérica, y dotada de una especial Vitalidad y Movilidad. Se trata pues de una materia en movimiento incesante, que adopta todas las formas, imaginables, con vertiginosa rapidez, pasando continuamente de una a otra, y refulgiendo con infinidad de matices cromáticos, incluidos muchos colores no conocidos por el ojo físico. La luz solar en el plano astral produce un efecto muy diferente que en el físico.

Existe una luminosidad difusa que no procede de ninguna dirección determinada, siendo la propia materia astral luminosa de por sí, no existiendo en ese nivel la absoluta oscuridad, ni las sombras, y no viéndose afectada por las condiciones atmosféricas del plano físico.
La visión en este Plano es asimismo muy diferente de la física, ya que cada objeto se percibe por todos sus lados a la vez, incluyendo su interior, al igual que su exterior. Igualmente puede contemplarse las partículas que componen la atmósfera, las Auras De Los Seres, y los cuatro Subniveles de la Materia Etérica, además de los colores ultravioletas, infrarrojos y todos cuantos actúan como complementarios de los colores ordinarios a los que nuestra visión común no percibe, por esa razón se la denomina “astral” haciendo referencia a “estrellado” “luminoso”.

La materia del plano astral  actúa como Transmisora y Receptora de los impulsos que ocasionan los movimiento, y permiten el sentimiento, la percepción del placer y el dolor, del agrado y el desagrado, así, como de los deseos , las aspiraciones, el amor, el odio, y todo tipo de emoción.

Esta es la razón por la cual al Plano Astral también se la conoce como el Plano Emocional o de Deseos. Así, también, todo objeto físico posee materia Astral del grado correspondiente, que actúa como su contraparte a ese nivel, si bien no existe una correlación directa entre las partículas del objeto físico y las de su contraparte astral, que se hallan en continuo movimiento. En los seres vivos esta contraparte se destruye por disgregación tras la muerte física. En el caso de los objetos inanimados, la contraparte se destruye cuando se destruye el objeto físico. El nivel astral es fluídico y hace posible que un objeto puramente astral pueda ser movido por un ser astral, pero no la contraparte astral de un objeto físico ya que ésta se halla unida indisolublemente a él. Para una persona que es capaz de salir conscientemente con el Cuerpo Astral, llamado también, proyección astral, puede percibir esta realidad con mucha más nitidez y ser consciente, también, de la falta de gravedad y de otras leyes, puramente físicas.

EL Plano Astral esta subdividida a su vez en siete niveles diferentes, con muchas diferencias entre los inferiores y los superiores. En los subplanos inferiores encontramos una gran y nublosa existencialidad, es el mundo de las pesadillas, del odio, de los deseos más escalofriantes de la humanidad. Es el estado relacionado con lo que los cristianos consideran el infierno, un nivel dónde sus habitantes están sujetos a muchas penalidades autogeneradas. Es importante comprender que cada Plano o Subplano están dentro de cada ser humano, y que no hace falta “morir” o dejar el cuerpo físico para experimentar dichos niveles, de hecho son muchos los individuos que por ley de afinidad o correspondencia viven en sus propias vidas subjetivas, dichos subplanos.

El Cielo y el Infierno están dentro del hombre, es su propio bagaje interior, y de él depende subir o bajar de grado espiritual. Los Subplanos Intermedios, son regiones dónde suelen ir los recién “fallecidos”, un plano cordial, dónde los deseos y anhelos humanos suelen materializarse en materia astral, estando sus habitantes viviendo en su propio mundo de ilusión particular. En los niveles Superiores encontramos una profunda Bondad, una luminosidad y ambientes sumamente refinados. El amor es la clave para ir ascendiendo de subplanos y de planos, cuando más se asciende mejor es la claridad y percepción espiritual, y el alma se encuentra más libre, con menos velos ocultadores de la “verdad”.

los habitantes del Mundo Astral, porque tengamos presente que habitantes o seres de muy diferentes clases existen en todos los planos de la creación, y así como en el plano físico existen innumerables seres vivios, así también en el plano astral y en los demás, existen infinidades de vidas, que viven, evolucionan y se desenvuelven normalmente en su propio hábitat.

Los Habitantes astrales se pueden dividir, a groso modo, en dos tipos: Los humanos, y los que no lo son. Y dentro de esta división encontraríamos a los que habitan, propiamente dicho, este plano y los visitantes que esporádicamente lo visitan o realizan alguna labor.

En  este plano encontramos a los que recientemente han fallecido, también encontramos a los que durante el sueño dejan el cuerpo físico y vagan por el plano astral dormidos, sin conciencia despierta. También están los Discípulos y Adeptos que a voluntad entran en dicho mundo y de una forma totalmente consciente realizan algún trabajo espiritual o de aprendizaje. Cualquier individuo puede salir en cuerpo astral, y puede o no estar espiritualmente desarrollado, porque el desenvolvimiento psíquico no va necesariamente unido al progreso espiritual. Por lo tanto, podrá el psíquico ser perfectamente consciente al actuar fuera del cuerpo físico, pero por falta de adiestramiento se expone a tremendos engaños respecto a lo que percibe.

Sin embargo los los Discípulos espiritualmente desarrollados, rara vez suelen actuar en los mundos astrales, ya que su atención va más bien dirigida hacia el Plano mental, donde hay mayor claridad y exactitud de lo que se percibe. En cuanto al individuo vulgar, se le ve flotando vagamente en su cuerpo astral durante el sueño físico en más o menos inconsciente condición. Durante el sueño profundo, el ego con el cuerpo astral se retira del físico y permanece en su contigüidad, pero si el individuo está muy poco desarrollado psíquicamente, queda tan inactivo como el cuerpo físico. Sin embargo, en algunos casos, el cuerpo astral flota como en sueños a impulsos de las corrientes astrales y eventualmente reconoce a otros Egos en la misma condición y tiene experiencias agradables o desagradables, cuyo recuerdo irremediablemente confuso y a menudo trasmutado en grotesca caricatura de lo realmente ocurrido, es causa de que al despertar el individuo crea que tuvo un sueño muy extraño. 

La clasificación de los habitantes no humanos, es aun mayor que la física, entra las que destacan ciertos “Elementales” o Espíritus de la Naturaleza, ciertas Jerarquías Dévicas o Angélicas, y seres procedentes de otros mundos, así como una gran variedad de entidades de muy diversa índole evolutiva.

EL PLANO MENTAL
EL Plano Mental es aún mucho más sutil que el Astral, siendo más elevado y sujeto a menos leyes limitadores, en cuanto al Alma se refiere. Si bien también esta subdividido en sietes subplanos, existe una gran brecha entre los cuatro inferiores y los tres superiores, dividiéndose por consiguiente en Dos grandes áreas o regiones bien diferenciadas. El Mental Superior o Mental abstracto y el Mental Inferior o Mental concreto.
Si el Plano Astral incorporaba una Cuarta dimensión  que de alguna forma, parecía anular el problema de la distancia o Espacio, ya que en ese nivel uno puede viajar a la velocidad del pensamiento, en este nivel Mental encontramos una QUINTA DIMENSIÓN, que parece anular el TIEMPO, ya que, en este Plano en el que se producen los PENSAMIENTOS, todos los procesos relacionados con un sujeto determinado que en el nivel Físico se manifiestan en un orden secuencial, aquí se producen todos al tiempo, y en un mismo lugar.

La región del Plano Mental Abstracto, observado desde el punto de vista cristiano sería las Moradas del Cielo, o “Devachán” ocultista. Siendo la residencia verdadera de nuestra ALMA, de nuestro “YO SUPERIOR”. En los tres subplanos superiores se encuentra lo que esotéricamente se denomina “CUERPO CAUSAL”, el cual es, hablando simbólicamente “El Templo de Salomón Interno”, lugar donde permanece todos los tesoros del hombre, todas sus experiencias recogidas vida tras vida, nada se pierde en la Evolución, y menos aún una experiencia. Es el plano que corresponde a nuestra mente, al pensamiento, a las ideas, a la memoria, a la visualización, la imaginación, la asociación, el lenguaje, etc. Los cuatro niveles inferiores o subplanos concretos estén relacionados con la vida ordinaria y sus sentidos físicos. La Mente Concreta, mide, pesa, estudia, analiza, es mediática y formal. Pero debemos de hacer una importante aclaración, la mente y el cerebro no son la misma cosa. El cerebro es el soporte físico necesario, el recipiente material para soportar o digerir la Mente. La Mente no es física, por esa razón se puede pensar, y aun con mayor claridad, fuera del cuerpo físico sin necesidad del cerebro físico. La Mente utiliza el instrumento celular para expresarse en el mundo físico, y así el hombre puede permanecer consciente, pensar, trabajar, experimentar y evolucionar en el Plano Físico. De ahí la importancia de la salud mental, de tener un buen instrumento cerebral para recibir adecuadamente las impresiones del Alma, que utiliza el instrumento mental como mediador en este mundo. 

Los Iniciados superiores suelen utilizar este plano para trabajar espiritualmente, y así como se puede realizar una proyección astral, también los discípulos avanzados pueden proyectarse fuera del cuerpo físico y astral, y permanecer en sus cuerpos mentales, funcionando perfectamente y con más precisión si cabe, que con los anteriores.

En este mundo como en los demás existen muchas vidas y entidades de diferentes rangos. También en los subplanos inferiores del plano mental encontramos a ciertas entidades “Elementarias”, a ciertas Jerarquías Angélicas de mayor grado, a seres con cierto grado de evolución. Y en los subplanos superiores a Seres como los Maestros de Sabiduría, a Devas excelsos y a los Ángeles Solares.

Únicamente nuestro escaso desenvolvimiento, la limitación a que nos sujeta la vestidura de carne, nos impide darnos cuenta de que el esplendor, la Gloria del Cielo está AQUÍ y AHORA en nuestro alrededor, y que las influencias dimanantes del mundo Celeste actuarían en nosotros si fuéramos capaces de comprenderlas y recibirlas.

Por imposible que esto le parezca al profano, es la más evidente y sencilla realidad para el Ocultista, y a quienes no han comprendido todavía esta fundamental verdad repetiremos el consejo que da al respecto el Gautama el BUDA:

 “No os quejéis ni lloréis ni supliquéis, sino abrid los ojos y ver, porque la luz os envuelve y sólo falta que arranquéis la venda de los ojos y miréis. Es algo admirable, hermoso, superior a todo cuanto soñó el hombre, a todo cuanto por lo que lloró y suplicó, y es, además, sempiterno..."


EL PLANO BUDICO O DE LA INTUICION
Numerológicamente el Plano Búdico es el CUARTO Gran Plano de Nuestro Sistema Solar, siendo el número 4 el CENTRO o medio de los 7. Por lo que tenemos 3 inferiores (Físico, Astral y Mental), y 3 superiores (Átmico, Monádico y Divino) siendo el Plano Búdico el punto medio. Podría decirse también que simboliza el MÍSTICO CORAZÓN CÓSMICO, y que a su vez tiene una oculta e íntima relación con el corazón humano, siendo este órgano analógicamente el centro del hombre.

Este Plano, al ser el Primero verdaderamente Superior no se puede hacer contacto con él, sino es a través de un riguroso trabajo de aceleración evolutiva, siendo los Iniciados de orden superior los que sí pueden acceder conscientemente a dicho mundo y hacer contacto y trabajar en él. Esta es una de las razones por las cuales poco o nada se puede decir sobre él, salvo que su estructura es completamente diferente y mucho más sutil de lo que nos podamos imaginar. El Plano Búdico también es conocido como el PLANO "INTUICIONAL", pues en él, se capta las Realidades Vírgenes de una forma natural, instantánea, intuitivamente, sin necesidad de utilizar el mecanismo mental para entenderlas o comprenderlas. Por esa razón la INTUICIÓN es un mecanismo muy espiritual y a la vez muy natural que utiliza el Iniciado avanzado para discernir inequívocamente sobre cualquier asunto. Esta intuición, a la que hacemos referencia, no es la misma que las corazonadas o las adivinaciones instintivas. La Intuición es el instrumento del Alma, por el cual se puede reconocer “la verdad más elevada”, directamente, desnuda, sin capas o velos, por lo tanto estamos hablando de un Poder o Cualidad de carácter Divino.

Las Fuerzas y energías de dicho Plano son con las que trabajan los Maestros de Sabiduría. En el Plano Búdico la “UNICIDAD”, la “UNIDAD” es reconocida perfectamente y corroborada por la conciencia del Iniciado. Es el Plano del AMOR PURO, llamado curiosamente, en los escritos esotéricos “RAZÓN PURA”, teniendo una relación íntima con el cuerpo o plano astral, el cual deberá a su debido tiempo, tras una larga depuración y transmutación, manifestar y reflejar como un buen espejo las cualidades más elevadas del plano búdico. El ser humano debe ser un buen canal de manifestación de dichas energías, cuando esto ocurra de una forma masiva, tendremos la demostración más solemne de la expresión “FRATERNIDAD” en el plano físico

LOS PLANOS ÁTMICO, MONÁDICO y DIVINO
A medida que se asciende en Dimensiones, más difícil resulta su interpretación y estudio para nuestra limitada mente tridimensional. En estos Planos Superiores actúan muchas menos leyes acondicionadoras del espíritu humano, por lo que hay una mayor LIBERTAD en cuanto a expresión de la Divinidad se refiere, a la vez que fluye en ellas un Gran Caudal de Espiritualidad Divina, indescriptible para nuestros cerebros. De momento poco o nada se puede decir, sólo que en ellos moran los ESPÍRITUS PUROS, y Seres que trascienden nuestra peculiar condición humana, siendo las "MORADAS" más hermosas de nuestro PADRE CELESTIAL.

Dando nociones esporádicas sobre dichos Planos, podemos decir que en el Plano Átmico, por ejemplo se manifiesta con mucha fuerza la Voluntad del Ser, el aspecto Poder Espiritual, así como en el Plano Monádico es la morada o la región de nuestro VERDADERO SER, nuestro “YO DIVINO”, el “ESPÍRITU” del hombre, es el nivel que el ser humano debe alcanzar como meta en este planeta. Cuando la alcanza y se fusiona con la “Mónada”, el Espíritu Divino entonces deviene como hombre perfecto o MAESTRO de Sabiduría. En el Plano llamado Divino o Ádico, por ser el primero y más elevado, parecer ser que uno entra en cierta relación mística e incluyente con la Voluntad Divina, con la Conciencia de Dios, siendo consciente en cierta medida del “PLAN DIVINO” que nuestro Creador tiene para con su Creación Entera.

Estos SIETE PLANOS colectivamente constituyen EL PLANO FÍSICO CÓSMICO por lo que cada uno de nuestros siete planos son los correspondientes siete SUBPLANOS del Plano Físico Cósmico. Este dato nos muestra la Magnitud de la Creación, por lo que podemos constatar que lo que nosotros llamamos Plano Divino, no es más que el SUBPLANO Atómico Del Plano Físico Cósmico, y así sucesivamente.

Aunque el tema es amplio y a la vez complejo, no deja de ser por ello bellamente revelador, mostrándonos a la inteligencia humana un panorama que hasta ahora ignorábamos, y aunque siga siendo para muchos, una “bonita teoría”, nos invita a descubrirlo personalmente. Porque lo que para unos es absurdo, para otras es muy cierto, reduciéndose todo a una cuestión de trabajo y observación.



(1) El espejo ustorio es un espejo cóncavo de gran tamaño utilizado para concentrar en su foco los rayos solares o de un cuerpo en combustión y aprovechar con fines bélicos el gran calor que produce. Etimológicamente, su nombre proviene de la palabra latina ustor, de ustoris, el que quema. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Espejo_ustorio



Autor: Francisco Redondo Segura.

NVA

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