El tema a tratar en este trabajo es el de la Salud Emocional. Esta decisión
surge de la relación que existe entre
los procesos del desarrollo humano y la disfuncionalidad psicológica y
orgánica. Ha sido una cuestión abordada desde hace muchos años si la salud
física tiene que ver con procesos psicológicos, generándose diferentes posturas
al respecto; desde aquellas que consideran que la enfermedad del cuerpo tiene
poco que ver con la mente y las emociones, como es el caso del modelo biomédico
tradicional; o aquellas posturas extremas que ven todo proceso de enfermedad
física como una extensión de procesos psicológicos disfuncionales como la
escuela alemana de Thorwald Dethlefsen y Rudiger Dahlke (1997). En el presente
ensayo se expone brevemente algunas
ideas sobre el tema y su importancia para una mejor comprensión del desarrollo
del ser humano.
Motivación, Necesidades y Salud
Abraham. H. Maslow fue sin duda uno de los primeros investigadores
en insistir en la conexión que existe entre la persona psicológicamente
saludable y la persona físicamente saludable. Su modelo de la jerarquía de
necesidades plasma claramente la idea de que las personas que alcanzan una
mayor maduración psicológica o autorrealización, viven más felices y sanas que
aquellas cuyo desarrollo psicológico ha sido bloqueado o detenido en alguna
etapa de la vida. Para Maslow (1968), la motivación humana, como impulsora del
desarrollo, se fundamenta en un proceso continuo que inicia desde el nacimiento
con las necesidades fisiológicas y de seguridad más elementales. En la medida
que el individuo va creciendo, y en continua interacción con su ambiente, las
necesidades psicológicas y de autorrealización tomarán mayor relevancia, y sólo
podrán tener lugar en la medida que las primeras necesidades fueron
satisfechas. Así, el proceso de maduración, implica que vaya predominando la
motivación para el desarrollo(que impulsa a la persona a trascender las
diferentes etapas de la vida), y disminuya la motivación de la deficiencia (la
que lleva al individuo a frenar su proceso de crecimiento en aras de satisfacer
las necesidades que han ido quedando pendientes).En su libro de la Amplitud
Potencial de la Naturaleza Humana, Maslow (1982),aborda el tema de la relación
mente-cuerpo, haciendo referencia a una serie de investigaciones en el campo de
la biología, neuro y psicofisiología, que le permiten argumentar que quizás en
pocos años sería posible llegar a entender las bases en que tiene lugar, así
como dar pauta a una “biología normativa”. En sus propias palabra:
“Aparentemente, es posible decir ahora que el organismo saludable por sí mismo
emite señales claras e inconfundibles acerca de lo que, el organismo, prefiere
o selecciona, o en las situaciones que considera deseables. ¿Será muy aventurado
llamar “valores” a estas señales?, ¿valores biológicamente intrínsecos?¿valores
tipo instintivo?” (Masllow, 1982:27). Y nos dice más a delante: “Podemos decir
con certeza que estos datos apoyan la autorregulación, el autogobierno y la autoelección
del organismo. El organismo tiene una mayor tendencia a elegir el éxito
biológico, la salud, el crecimiento que hubiésemos pensado un siglo atrás. (Masllow,
1982: 28-29).
Si Maslow hubiera vivido hasta estos tiempos, seguramente vería con beneplácito
como gran parte de sus ideas han germinado. Por ejemplo, las ciencias
biológicas han ampliado la comprensión de la relación mente-cuerpo, al grado de
definir que ciertos estado de ánimo están asociados a ciertas sustancias
neurofisiológicas específicas (las endorfinas), y que emociones específicas
tienes efectos específicos regulares para producir enfermedad o salud en el
organismo (p.e. véase “Cómo cre ar salud” de Deepak Chopra, 1990 y “La Salud
Emocional” de Daniel Goleman ,1999).
Enfermedad y Salud
El problema mente-cuerpo es uno de los más antiguos, pues lo encontramos planteado
en muchos sistemas filosóficos de oriente y occidente; ha sido tema de psicólogos
y neurocientíficos, dando por resultado todo tipo de posturas y aproximaciones.
Y, naturalmente, sigue sin existir un consenso de la manera en que deberíamos
de entenderlo. En un interesante artículo sobre el tema, Ardila (1998) plantea
que al menos existen en este momento dos grandes posiciones sobre la
comprensión del fenómeno mente-cuerpo, que a su vez engloban a diferentes aproximación
esteóricas y filosóficas: El Monismo Psicofísico y el Dualismo Psicofísico.
Dentro de las posturas Monistas las hay que consideran que todo es mental
(desde Berkeley aTeilhard de Chardin), que lo físico y lo mental son aspectos
de una sola entidad (de Spinoza a Feigl), que todo es material (de Watson a
Quine), que lo mental es físico (de Epicuro a Feyerabend), que lo mental es
sólo una propiedad emergente del cerebro (de Diderot a Bindra). En las posturas
Dualistas encontramos la independencia de lo físico y mental (Wittgenstein), lo
físico afecta a lo mental (deHuxley a Toulmin) y el interaccionismo de ambas
realidades (de Descartes a Margolis).En cualquier caso, al abordar el tema de
la enfermedad, el modelo biomédico sigue manteniendo un enfoque de no
reconocimiento de la relación mente-cuerpo, pues trata al paciente siempre
enfocado a los síntomas orgánicos y ve el proceso de curación como
exclusivamente físico. Esto a pesar de los progresos logrados por la ciencia,
especialmente en aquellas áreas de reciente aparición como la Psiconeuroinmunología,
la Psiconeurocardiología, y el amplio campo de la Psicología de la Salud.
Además, otras escuelas como la que dejó Milton Erikson, han sentado las bases
eurísticas para profundizar sobre el origen psicológico o emocional de muchas
enfermedades orgánicas (véase, p.e. las investigaciones de Rossi, 1986, sobre el mecanismo “Memoria,
Aprendizaje, y Conducta Estado-dependientes” por sus siglas “MACED”, en donde
los mecanismo más sutiles de la conexión mente-cuerpo están siendo develados
con cuidadosos experimentos de sólido rigor científico). El hecho es que nos
estamos aproximando a una postura, digamos al menos, más lógica o de sentido
común, denominada biopsicosocial del concepto de enfermedad. En esta visión se
consideran factores como: los síntomas físicos, el paciente como persona, el
contexto social de los síntomas, las actividades, los sentimientos, la conducta
del paciente, las relaciones sociales y familiares, etc. Bajo esta perspectiva
es factible establecer también una relación más estrecha entre el desarrollo
humano y el problema salud-enfermedad. En el libro “La Salud Emocional” editado
por Daniel Goleman, con la participación de diferentes científicos y filósofos,
y especialmente del Dalai Lama (no confundir este libro con Inteligencia
Emocional), se plantean una serie muy interesante de ideas sobre la conexión
mente-cuerpo, que podemos resumir de la siguiente manera:
Nuestro sistema inmunológico parece actuar como otro sistema de “cerebro”, tomando
decisiones sobre cómo reaccionar según las circunstancias que afectan al
organismo.
Al parecer las emociones negativas (furia o enojo, estrés excesivo, depresión,etc.)
debilitan el funcionamiento de este sistema de defensa, haciendo más sensible
el organismo a las enfermedades o dificultando el mejoramiento cuando ya
existe.
Por el contrario, las emociones positivas (alegría, expresión de afecto, serenidad,
etc.) fortalecen el sistema de defensa, reduciendo las posibilidades de
enfermedad, o mejorando la salud en caso de que ya exista.
Utilizando técnicas conductuales, meditación, relajamiento, etc. se
obtienen grandes beneficios para fortalecer el sistema de defensa, observándose
también efectos positivos en el estilo de vida y estados anímicos (reducción de
la disfuncionalidad psicológica).De este tipo de evidencias y muchas más que
ahora existen, comenzamos a entender un poco más sobre la conexión mente-cuerpo
y su relación con salud física y psicológica.
Desarrollo Humano y Salud
Todo lo anterior nos lleva a fortalecer una visión del ser humano más
integral u holística, entendiendo que la disfuncionalidad psicológica, es decir
las alteraciones emocionales y mentales (según el enfoque tradicional de la
psicología clínica y la psiquiatría), podrían ser concebidos más como
alteraciones del proceso de maduración o desarrollo de la persona, como
resultado de la falta de satisfacción de las necesidades humanas en las
diferentes etapas de la vida. Como bien lo expresa La farga (1995: 3) “el
crecimiento y desarrollo del ser humano son productos últimos de la
satisfacción armónica e integral de las diferentes necesidades...Tal vez la
salud, tanto desde una perspectiva fisiológica como desde una psíquica, esté
relacionada con la satisfacción armónica de las necesidades del ser humano, en
todas las culturas, Cada ser humano experimenta estas necesidades en forma
peculiar, según las características individuales. Y todos las satisfacen en
formas diferentes también, jerarquizándolas en distinto orden según el momento
y según las circunstancias medioambientales”.
Bajo esta perspectiva, podemos llegar a algunas
interesantes conclusiones:
El pensamiento humanista y la esencia de todas las religiones nos orientan
a la bondad y a la expresión de emociones positivas como fundamento del desarrollo
espiritual (científicamente hablando, del desarrollo psicológico).
Al parecer la compasión es el estado natural de la vida humana, entendiendo
por ésta el respeto absoluto a toda forma de vida, comenzando por la propia.
La investigación científica de vanguardia comienza a develar las bases biológicas
de la ética: aún cuando no sea una premisa normativa, ser buena persona parece
asociarse con la buena salud,.
El estilo de vida de las personas y la disfuncionalidad psicológica pueden
ser factores determinantes de problemas de salud física.
La salud emocional puede considerarse el manejo inteligente de las
emociones y la satisfacción armónica e integral de las necesidades humanas que
cadapersona logra como parte de su proceso de desarrollo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Ardila; Rubén (1998).. El
Problema Mente-Cuerpo: Implicaciones para la Psicologíade la Salud. Revista
Psicología Contemporánea, año 5, vol. 5 no. 2.Chopra, Deepak. (1990). Cómo Crear Salud. Grijalbo, México.Dethlefsen, T. y Dahlke, R.
(1997). La Enfermedad Como Camino. Plaza Janes,España,Goleman,
Daniel. (1999) La Salud Emocional. Kairós, Barcelona.Lafarga Corona, Juan. (1995).
Las Dos Caras de la Agresividad: Violencia y SaludPsicológica. Universidad
Iberoamericana.Maslow,
A. H. (1979). El Hombre Autorrealizado, Kairós, (de la versión en inglés de1968)Maslow, A. H. (1982). La
Amplitud Potencial de la Naturaleza Humana. Trillas,México, (de la versión en
inglés de 1971)Rossi,
E.L. (1986). De la Mente a la Molécula: algo más que una metáfora. artículodel libro: The Psychobiology
of Mind-Body Healing: new concepts of therapeutichypnosis. Norton, Nueva York.
AUTOR: JUAN ALBERTO VARGAS TÉLLEZ
Publicado en: Revista diversidades, Universidad
de León, vol. 6, 34-36, 2003
http://www.academia.edu/7408257/Salud_Emocional_y_Desarrollo_HumanoNVA
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