«Nadie podrá ser sometido a esclavitud ni a servidumbre, la.
Esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas"
(artículo 4 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos)
El Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud nos recuerda
que la lucha contra la esclavitud hoy en día es necesario para la erradicación
de sus manifestaciones diferentes aún hoy existente.
Hoy en día, millones de personas están siendo
víctimas de la esclavitud: la trata de personas, explotación sexual, las peores
formas del trabajo del niño, el matrimonio forzado, la servidumbre por deudas,
y el reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos armados, son
algunos ejemplos.
El 2 de
diciembre se conmemora el día en que la Asamblea General
de las Naciones Unidas aprobó el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena ,
suscrita en 1949. Posteriormente, en 1996, la Asamblea General
decidió que este día se designara como el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud.
En la
actualidad la esclavitud y la servidumbre siguen siendo bastante frecuentes,
aunque se haga referencia a estas prácticas utilizando habitualmente los
términos de mano de obra garantizada, trabajo forzoso, o en sus prácticas más
extremas que se presentan bajo la forma del trabajo infantil y el tráfico de
personas, donde las principales víctimas son los niños y las mujeres que sirven
para abastecer las redes de prostitución y el trabajo en el servicio doméstico.
Cada año
millones de personas, la mayoría mujeres y niños, son engañadas, vendidas,
coaccionadas o sometidas de alguna manera a situaciones de explotación de las
cuales no pueden escapar. Constituyen la mercancía de una industria mundial que
mueve miles de millones de dólares y que está dominada por grupos de
delincuentes muy bien organizados que operan con impunidad.
Según la Organización
Internacional de Trabajo (OIT), millones de jóvenes se
encuentran en condiciones cercanas a la esclavitud como víctimas de trabajo
forzado o en régimen de servidumbre, un 73% de estos jóvenes -alrededor de 180
millones- desempeñan las peores formas de trabajo infantil, entre ellas la
prostitución, el trabajo esclavizado y el trabajo peligroso. Además, las cifras
indican también que la esclavitud no ha desaparecido, ya que alrededor de 5.7
millones de jóvenes se encuentran en una situación de servidumbre o se ven
obligados a trabajar.
Una de las
regiones en las que son más frecuentes estas prácticas es África, donde se
venden menores por 14 dólares, actividad que según la OIT reporta a los criminales 7
mil millones de dólares anuales. También, en esta misma región, 80 millones de
niños entre 5 y 14 años son obligados a trabajar en la prostitución y
actividades como la minería. UNICEF calcula que 200 mil niños africanos son
vendidos como esclavos cada año; entre 45.000 y 50.000 mujeres y niños son
trasladados cada año por los traficantes únicamente hacia los Estados Unidos.
El aumento
del número de casos de trata de personas, así como su expansión a zonas que
antes no estaban tan afectadas, coincide con el aumento de las dificultades
económicas, -especialmente en los países en desarrollo y en los países con economías
en transición-, los enormes obstáculos a la migración legal y la existencia de
graves conflictos armados.
Los
tratantes trasladan a mujeres procedentes del sureste asiático a América del
Norte y a otros países de su región de origen. También trasladan a africanas
hacia Europa occidental. La desintegración de la ex Unión Soviética y la gran
inestabilidad económica y política resultante han conducido a un aumento
espectacular en el número de mujeres de Europa central y oriental que caen en
manos de los tratantes.
En el caso
de la migración, unos 150 millones de mujeres, hombres y aun niños, que
representan alrededor del 3% de la población mundial, se han convertido en
fenómeno de atención. La Organización Internacional del Trabajo (OIT)
calcula que hasta 80 millones del número mencionado son trabajadores
migratorios. En 1997 la OIT
estimó que los trabajadores migratorios se distribuían de la siguiente manera:
20 millones en África, 17 millones en América del Norte, 12 millones en América
Central y del Sur, 7 millones en Asia, 9 millones en el Oriente Medio (países
árabes) y 30 millones en Europa.
Los emigrantes
constituyen un grupo vulnerable al que no sólo son violados sus derechos como
trabajadores sino como seres humanos: éstos son materia y mercancía de las
redes de tráfico de personas.
La trata de
personas está directamente relacionada con la discriminación tanto racial como
étnica, sexual y de género. Estas personas, víctimas de discriminación, suelen
pertenecer a los segmentos más pobres de la sociedad y, sin embargo, las
estrategias de lucha contra la pobreza rara vez abordan el vínculo entre este
fenómeno y la discriminación sistémica. Además, como se les niega la igualdad
de oportunidades, la igualdad de trato y la dignidad en el trabajo se convierten
también en víctimas de discriminación en otras esferas.
Sin
embargo, en el marco de la ONU
se han hecho diferentes esfuerzos incluso antes del convenio de 1949, que
buscan contrarrestar esta práctica. Una importante disposición la encontramos
en el artículo 4º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
que afirma: “nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud
y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas”.
En 1926, se
suscribe la Convención
sobre la Esclavitud ;
la Convención
Suplementaria sobre la Abolición de la Esclavitud , la Trata de Esclavos y las
Instituciones y Prácticas Análogas a la Esclavitud de 1956; las Convenciones de las
Naciones Unidas sobre la trata de personas; el Convenio sobre la abolición de
trabajo forzoso de 1957; La
Convención sobre los Derechos de Todos los Trabajadores
Migratorios y de sus Familiares de 1990; el Protocolo para la Prevención , Supresión y
Castigo del Tráfico de Personas, Mujeres y Niños especialmente que complementa la Convención de las
Naciones Unidas sobre la Delincuencia Transnacional Organizada, aprobados
ambos en 2000 y más recientemente la Declaración aprobada en la Conferencia Mundial
contra el Racismo, la
Discriminación Racial , la Xenofobia y formas
Conexas de Intolerancia celebrada en Durban, Sudáfrica en 2001.
No
obstante, hoy en día no existen soluciones fáciles a la trata de personas, pero
su magnitud requiere, en opinión de muchos, la adopción de medidas inmediatas.
Para combatir el fenómeno serían necesarios enfoques integrales,
interdisciplinarios y de largo plazo que permitieran abordar todos los aspectos
del ciclo de la trata y reconocer explícitamente las relaciones entre la trata
de personas, la migración, el racismo y la discriminación racial. Desde el
punto de vista de algunos humanistas, la lucha contra esta práctica no sólo es
deber de los gobiernos, sino que es responsabilidad de todos. Desde este
enfoque, empresas, organizaciones de empleadores y trabajadores y las víctimas
de esta discriminación y sus asociaciones, tiene interés y un papel que
desempeñar a la hora de aumentar esfuerzos contra este fenómeno.
Asimismo,
se tornaría necesaria la vigilancia multilateral del cumplimiento de los
compromisos internacionales así como la promoción en la educación de los
derechos humanos en todas las esferas.
http://www.educacionenvalores.org/2-de-diciembre-Dia-Internacional.html
NVA
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