Manchas blancas en las
uñas, ¿por qué?
Muchas
personas se sienten preocupadas por la aparición, a veces inexplicable, de
estas manchitas, que impiden lucir las
manos con naturalidad porque dan aspecto de descuido. Le invitamos a conocer
las causas y cómo prevenirlas.
Las uñas son laminillas de gran valor para
los dedos, ya que ofrecen soporte y protección ante golpes, además de que
resguardan importante cantidad de terminales nerviosas que permiten detectar
situaciones de riesgo para las manos, como altas o bajas de temperatura y
presión ejercida por un objeto o al realizar un esfuerzo.
Toda
persona preocupada por su imagen suele esmerarse en mantenerlas fuertes y
limpias, ya que también son fiel reflejo de la atención que damos a nuestra
higiene, por lo que no es exagerado considerarlas discreta, pero efectiva
tarjeta de presentación personal. Sin embargo, y a pesar de los cuidados, hay
quienes padecen la inexplicable aparición de manchas blancas en sus uñas, hecho que es causa de
angustia no sólo porque alteran su aspecto, sino porque se piensa que puede ser
indicio de una enfermedad severa.
No se
preocupe de más; este problema es generalmente transitorio y aunque sí es
indicio de deficiencias, éstas suelen ser moderadas y de fácil solución, como a
continuación veremos.
Pequeñas rupturas
Muchas
historias falsas suelen difundirse sobre la aparición espontánea de manchas blancas en las uñas, y
como este problema se presenta con mayor frecuencia en la infancia se llega a
decir que el número de marcas equivale a las mentiras o pecados que el niño
comete y que oculta a sus padres y maestros. Así, un simple vistazo a las manos
será suficiente para hacer tajante sentencia sobre la personalidad de algún
pequeño que seguramente sería inocente de lo que se le acusa.
La
explicación científica es muy distinta. El término médico que define esta
condición es leuconiquia y
hoy se sabe que surge como consecuencia de rupturas diminutas que se generan en
la base de la uña (matriz), mismas que favorecen la formación de pequeñas
bolsas de aire. Las manchas, pues, aparecen cuando nos golpeamos la punta de
los dedos, muchas veces sin percatarnos de ello.
Asimismo,
hay condiciones que hacen que las uñas se vuelvan más frágiles y, por tanto,
más susceptibles a sufrir este problema, tales como:
Contacto
frecuente con agua, sobre todo caliente.
Sumergir
las manos durante largo tiempo en sustancias agresivas empleadas en la limpieza
del hogar.
Hacer
"palanca" con las uñas (al abrir recipientes, por ejemplo),
utilizarlas para ajustar tornillos pequeños, como en los anteojos o al
emplearlas para quitar etiquetas.
Usar
accesorios maltratados o con escaso filo que requieren considerable esfuerzo
para cortar las uñas.
Las manchas blancas que surgen debido a
golpes no requieren la asistencia del dermatólogo puesto que, a medida que la
uña crezca, se irán desplazando hacia el extremo hasta desaparecer.
¿Mala alimentación?
Muchos
especialistas sostienen que este problema también puede reflejar una dieta deficiente, ya que se observa con
frecuencia en personas con desórdenes como bulimia (episodios repetidos de
excesivo consumo de alimentos seguidos de vómito o uso de laxantes), anorexia
(pérdida de peso por dejar de comer y someterse a intensas rutinas de
ejercicio) o anemia (mala transportación de oxígeno en la sangre por falta de
hierro y ácido fólico).
Hay
algo de verdad en todo esto, ya que la falta de nutrientes, en particular
aquellos que participan en la formación, crecimiento y desarrollo de las uñas,
vuelven más frágiles a estas laminillas y, por tanto, las hacen susceptibles a
tener manchas blancas. Reforzar la alimentación contribuirá a disminuir la
leuconiquia, ante todo cuando se incluyen los siguientes elementos:
Zinc. Se
encuentra en mariscos, pescados, hígado y carnes en general, así como en
lácteos, huevo, frutos secos, pepitas de calabaza, legumbres y cereales
integrales.
Hierro. Aparece
principalmente en alimentos de origen animal como hígado, carne y pescado.
Entre las fuentes de origen vegetal encontramos plantas de hojas verdes
(espinaca, acelga, perejil), uvas y ciruelas pasa, betabel, pistaches,
almendras, nueces e higos.
Calcio. Es común en leche y sus derivados, sobre todo yogurt y
queso, además de sardinas, hortalizas de hoja verde, perejil, durazno, amaranto
y ajonjolí.
Vitamina B6. Abunda en cereales integrales, nueces, frutos
secos (almendras, cacahuates, avellanas) y vísceras (hígado y riñones); en
menor cantidad se obtiene de frutas como plátano y piña. La levadura de cerveza
también es buen complemento de este nutriente.
Retinol o vitamina A. Está presente en frutas y verduras de color
amarillo-anaranjado (zanahoria, mandarina, durazno, papaya, mango, piña,
jitomate, fresa y pimiento rojo), pescado, grasas lácteas (mantequilla y
crema), yema de huevo e hígado.
La presencia de manchas blancas también se atribuye a
excesivo trabajo, agotamiento, fatiga y estrés; esta creencia tiene algo de
cierto, ya que la alta exigencia a que se somete al organismo cuando se trabaja
bajo presión o hay muchas preocupaciones genera pérdida casi imperceptible de
nutrientes y minerales, con lo que se debilitan paulatinamente las uñas.
Evite su aparición
Usted
puede llevar a cabo varias medidas que le ayudarán a prevenir leuconiquia,
entre ellas:
Emplear
instrumentos adecuados para la limpieza de las manos: tijeras, limas y
cortaúñas deben estar limpios y en condiciones óptimas.
No
cortar la cutícula ni ejercer demasiada presión al plegarla con un palito de
naranjo, ya que pueden generarse rupturas en la matriz de la uña.
Proteger
las manos con guantes cuando se pueda producir una agresión, como al realizar
labores de jardinería o limpieza del hogar.
Prefiera
jabones suaves para lavarse las manos.
Estimular
la circulación de la zona a través de suave masaje.
No
exponer las uñas a largos periodos en el agua.
Evitar
morderlas.
Someterlas
a manicure periódicamente para hidratar y nutrirlas. Si desconoce cómo hacerlo,
recurra a centros especializados que cuenten con personal calificado e
instrumental esterilizado.
Siga
una dieta equilibrada.
Evite
estados de estrés y ansiedad mediante técnicas de relajación.
Procure
no golpear objetos con las uñas o "juguetear" con ellas mientras pasa
por un momento de nerviosismo o si espera a alguien.
Finalmente,
le recomendamos que si nota que a pesar de estas medidas el problema no
desaparece, o si descubre manchas de otro color en sus uñas (amarillo, negro,
verde o café), visite al dermatólogo para evaluar su problema y seguir el
tratamiento necesario para su erradicación.
Fuente: SyM - Sofía Montoya
NVA
No hay comentarios:
Publicar un comentario