Bostezar ayuda a mantener la cabeza fría, según un
nuevo estudio. Las conclusiones podrían contener alguna esperanza para quienes
sufren de insomnio, migrañas e incluso epilepsia.
Aunque los científicos han propuesto varias causas de porqué bostezamos (por fatiga o falta de oxígeno) ninguna ha conseguido resolver la duda.
"Podemos poner un hombre en
Ahora, Hack y su coautor Andrew Gallup, de la Universidad de Princeton, proponer que al bostezar se expanden y contraen las paredes del seno maxilar para bombear aire al cerebro, lo que hace disminuir su temperatura. Ubicado en nuestros pómulos, el maxilar es una de las cuatro cavidades más grandes en las cabezas humanas.
“Al igual que los ordenadores, el cerebro humano es muy sensible a las temperaturas y debe permanecer fresco para operar eficientemente”, dijo Hack, cuyos datos recopilados previamente se combinaron con los de Gallup en el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Medical Hypotheses.
¿Son los senos nasales la solución?
Además de resolver potencialmente el misterio del bostezo, el estudio también puede revelar por qué tenemos senos. “Es una teoría unificada donde se explica el motivo de los bostezos y el funcionamiento de los senos nasales y la ventilación cerebral”, dijo Hack.
Ryan Soose, doctor de oído, nariz y garganta así como también director de
Pistas
Hack, coautor del estudio de 2002 y su equipo realizaron una autopsia a un cadáver cuando descubrieron que la pared posterior del seno maxilar era mucho más fina (y, por tanto, más flexible) de lo que se describe en muchos libros de medicina.
Los investigadores postularon que cuando la mandíbula se mueve las paredes del seno se reviste, ventilando de este modo los senos.
A través de la investigación postdoctoral de Gallup en Princeton, se convirtió en 2007 en el primero en sugerir la teoría de enfriamiento cerebral del bostezo. Desde 2007, Gallup testa esta teoría tanto en animales como en humanos).
Gallup y su equipo implantaron sondeos en los cerebros de ratas y registraron los cambios de temperatura del cerebro antes, durante y después del bostezo de las ratas.
El equipo descubrió que la temperatura cerebral sufría de cambios abruptos en los prolegómenos de un bostezo, donde la temperatura empezaba a declinar y finalmente retomaba la temperatura antes del bostezo.
Esto sugiere que los bostezos se provocan por un aumento en la temperatura cerebral y ayudan a enfriar el cerebro.
Gallup también estudió a dos mujeres que sufrían episodios crónicos de exceso de bostezos. Pidió a una de las pacientes (quien conocía cuando estaba a punto de sufrir un episodio) que se tomara la temperatura antes y después de sus episodios. Los resultados mostraron que su temperatura corporal era elevada antes el bostezo y posteriormente caía. El coautor del estudio Hack intuye que la teoría será muy polémica dado que toca un tema poco conocido.
En general, comprender el bostezo puede ser una herramienta útil para el diagnóstico de ciertas condiciones médicas, tales como la epilepsia y las migrañas, ambas se pueden predecir por un exceso de bostezos, según dicen los científicos.
Soose de
"Se podría prever algún mecanismo por el cual se pudieran enfriar los senos para tratar el insomnio", dijo Soose. "Esto abre las puertas para ayudar a tratar el insomnio de una manera diferente."
¿Se contagian?
Los científicos han
determinado que la gente bosteza más cuando lo hacen sus seres más
queridos. Existen conjeturas acerca de la relación entre contagio y empatía.
Pero por primera vez, los científicos han observado y estudiado con
detenimiento este fenómeno. Los resultados obtenidos durante el experimento
mostraron que el ritmo del contagio de los bostezos es mayor en primer lugar
con parientes, en segundo lugar con amigos, conocidos y por último
desconocidos.
Los hallazgos sugieren que el bostezo es una forma de solidarizarse con las personas que experimentan una sensación, que en este caso, se suele relacionar con estrés, ansiedad, aburrimiento o fatiga.
El coautor del estudio, Ivan Norsica del Museo de Historia Natural de
Cuanto más fuerte es el vínculo, más bostezos
Norscia y la coautora del estudio Elisabetta Papalagi, del Instituto de ciencias cognitivas y tecnologías de Roma, estuvieron un año recopilando datos conductuales de más de cien personas adultas de diferentes nacionalidades. Las observaciones se realizaron en diversos escenarios (en trenes o durante comidas) en Italia y Madagascar.
Los científicos recopilaron distintas variables, tales como las relaciones de los sujetos entre sí, los países de origen, géneros y estilos de bostezo (bostezar con la boca abierta o bostezos más contraídos). El equipo desarrolló un modelo estadístico basado en sus datos y comprobó que efectos de cada variable influían en el contagio de bostezos. En el estudio, publicado en el diario PLoS ONE, el vínculo social resultó ser un fundamental en el tiempo de respuesta al bostezo de otra persona. Según Andrew Gallup, biólogo de
Cuando bostezamos, ¿prestamos atención?
Sin embargo, Gallup señaló un pequeño vacío en los nuevos resultados. Gallup propone que tal vez simplemente nos fijamos más en nuestros seres queridos, por eso nos percatamos más de los bostezos en amigos y familiares que en desconocidos. Gallup confiesa “No pretendo desacreditar los resultados. Solo propongo considerar esta teoría”.
Gallup plantea elaborar un experimento para salir de dudas. El experimento consistiría en enseñar a los sujetos videos de personas que tengan diferente relación con los otros estudiados, y obligar a que presten la misma atención a cada individuo del video por igual.
Norsica opina respecto al experimento de Gallup, que es muy difícil obligar a alguien a prestar atención simplemente diciéndoselo. Controlar la atención de las personas ajenas no es fácil.
El por qué, sigue siendo un misterio La empatía como respuesta sigue siendo una razón poco clara. A nivel evolutivo, el contagio de bostezos es un fenómeno relativamente nuevo en humanos, chimpancés y babuinos. Sin embargo los bostezos espontáneos existen desde hace más de 200 millones de años.
Fuente
http://www.nationalgeographic.es/noticias/ciencia/salud-y-cuerpo-humano/bostezos-por-empatia
http://www.nationalgeographic.es/noticias/ciencia/salud-y-cuerpo-humano/por-que-bostezamos
Foto:http://culturauzbemp.blogspot.com.es/2014/03/bostezo.html
NVA
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