miércoles, 4 de febrero de 2015

LA INESTABILIDAD EMOCIONAL

La inestabilidad emocional es un rasgo de la personalidad que se caracteriza por la variación de los sentimientos y de los estados emotivos, así como por los altibajos del ánimo sin motivo o por causas insignificantes. Aunque la famosa aria de la ópera Rigoletto, de Giuseppe Verdi, afirme que “la mujer es voluble” (La Donna è mobile), se trata de un asunto que afecta también a los hombres.

Una de las características de los inestables es que les cuesta trabajo separar las diferentes parcelas de su vida. Si tienen conflictos familiares, los trasladan a la pareja, el trabajo o los amigos, con lo que se generan nuevos problemas. Suelen ser dependientes e inseguros. Como necesitan apoyarse en muchos pilares, en cuanto uno falla, se ven asaltados por un sentimiento destructivo que irradia hacia otros ámbitos de su vida. Los inestables tienen, por tanto, un bajo umbral de tolerancia a las frustraciones y pocos recursos internos para saber perder.


Las emociones como péndulo

Dicen los expertos, como el psicólogo Robert Plutchik, profesor emérito del Albert Einstein College of Medicine (Estados Unidos), que las emociones son como los colores: hay tantos matices como mezclas de los básicos. Plutchik distingue ocho emociones básicas: Aceptación, ira, expectación, rechazo, temor, alegría, tristeza y sorpresa.

 

La aceptación: El proceso de tu desarrollo personal

En la vida nos iremos encontrando con etapas que no serán como deseamos, la única solución para que nuestro bienestar emocional no se vea muy alterado, es la de instalar en nuestra vida la aceptación. Aceptar lo que no puedes cambiar es de vital importancia para que puedas seguir adelante y transformar tu vida. ¿Quién no ha deseado alguna vez que la realidad fuera otra diferente a la que está viviendo?, ¿Quién no ha cometido algún error?, ¿A quién no le ha molestado la actitud o forma de vida de otra persona? Ante cualquier situación que te produzca malestar, analiza si puedes hacer algo para solucionarlo. De ser así, crea un plan de acción para mejorar tu vida, pero en el caso de que veas que no puedes hacer nada para cambiar algo, si quieres seguir adelante tienes que aceptar la realidad o sufrirás más de lo necesario. Luchar en contra de una realidad inamovible, será un gasto de energía inútil y dañina. Sólo desde la aceptación podrás seguir adelante sin estancarte.

ACEPTAR NO SIGNIFICA CONFORMARSE

Diferencias entre la conformidad y la aceptación:

La aceptación va encaminada a tolerar una situación, saber que la vida es así y no todo puede ser bueno, pero inclinándose hacia la acción. Se puede convivir con esa situación desagradable sin que eso cause un malestar exagerado, pero a pesar de vivir bajo una circunstancia que no nos gusta, se logra centrar el interés y el foco de atención hacia otras áreas, se intentan abrir nuevas puertas. Aceptar, es abandonar una lucha hacia algo que no tiene solución y buscar otros caminos que nos permitan vivir como nos gustaría. Se tienen pensamientos del tipo: “Esto es lo que hay y no puedo hacer nada, lo esquivo y sigo con mi vida para ver si consigo mis propósitos”

La conformidad se produce cuando no toleramos una situación. Como las cosas no son como queremos, nos cerramos en banda y tendemos a la falta de acción y estancamiento. Las emociones negativas aparecen y nos rendimos, creemos que no podemos mejorar nuestra vida. Se tienen pensamientos del tipo: “No puedo hacer nada para cambiar mi vida, soy un desgraciado y siempre seré infeliz”. Se tiende a la lamentación y victimismo, se pierde la esperanza de poder mejorar en el futuro. La persona no se abre a nuevas posibilidades y tira la toalla, se conforma con la vida que tiene aunque no le guste, no moverá un dedo para cambiar su situación, lo que provocará cada vez más frustración.

 

Acepta la realidad y haz algo para que en el futuro puedas salir de esa situación que te hace infeliz, no todo puede ser de nuestro agrado, ni todas las personas que nos rodean pueden ser iguales que nosotros, por ello, la aceptación será tu mejor aliada para llevar una vida menos estresante. Abre tu mente a nuevas posibilidades y aunque tu entorno y tu vida no sea ahora como deseas, si lo podrá ser en un futuro si siembras en el presente. Todos tenemos el poder de crear y cambiar nuestra vida. Recuerda que cada pequeño paso, cada pequeña acción continua, se convertirá en algo grande en el futuro.

La Ira

La ira, esa emoción que me controla La ira es una emoción que puede varíar en intensidad,  desde una leve irritación a una intensa furia. Cuando la furia es extrema, va acompañada de cambios fisiológicos y biológicos, como el aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial; así como una elevación de los niveles hormonales de energía.


Como se expresa la ira

La manera natural de expresar la ira,  es responder agresivamente;  Es una respuesta ante las amenazas, o las que creemos amenazas,  con agresividad.. No se puede atacar a cada persona que nos molesta o irrita, porque las normas y el sentido común se imponen. Mostrar los sentimientos de enojo de manera no agresiva, con asertividad es una forma sana de expresar el enojo, pero dejando claro cuáles son tus necesidades y cómo obtenerlas sin perjudicar a los demás. 

El objetivo es suprimir la ira y convertirla en un comportamiento más constructivo, pero para ello no se permite la expresión externa, por tanto la ira puede volverse hacia el interior de ti mismo, y dar lugar a hipertensión o depresión u otros problemas, como el comportamiento pasivo-agresivo, es decir una manera de vengarse de las personas indirectamente, sin decirles por qué,  o mostrar una personalidad hostil.
Hay que resaltar que las personas que están criticando todo, no han aprendido a expresar su ira de manera constructiva, por lo que no es probable que tengan  éxito en sus relaciones, y tendrá que controlar tanto su conducta externa, como sus respuestas internas, como reducir el ritmo cardíaco y tener calma.



La expectativa  y la expectación
 Resulta ser el sentimiento de esperanza o de intensidad en esperar que experimenta un individuo ante la posibilidad de poder lograr un objetivo o cualquier otro tipo de conquista en su vida
Casi siempre, el concepto de expectativa, aparece vinculado a una situación que es sumamente factible que se produzca, aunque, como la expectativa implica una certeza mayor que la esperanza, por ejemplo, es que normalmente la expectativa que se tiene respecto de algo se encontrará basada en otras situaciones que la convierten en una concreta posibilidad.
Cabe destacar, que la expectativa suele aparecer en aquellos casos rodeados de incertidumbre en los cuales no se puede todavía confirmar qué ocurrirá respecto de algo. Entonces, en ese contexto, la expectativa será entre el abanico de posibilidades a sucederse la suposición más realista y la que más se ajuste a lo que sucederá finalmente. Por esta situación, de hallarse asociada a predicciones y suposiciones, es que a mayor cantidad de certezas, mayores posibilidades existirán de poder cumplirse las expectativas en cuestión.
Y si la expectativa finalmente no se sucede tal como se había anticipado o pensado, al individuo que la haya experimentado lo invadirá la decepción y la insatisfacción. Pero si por el contrario, la realidad termina superando amplia y positivamente las expectativas que se tenían, primará la alegría

El rechazo
La primera novela de Harry Potter fue rechazada. Y también lo fue Crepúsculo, protagonizada por Bella Swan y Edward Cullen. Si J. K. Rowling y Stephanie Meyer se hubieran dado por vencidas cada vez que una editorial rechazaba su libro, todos nos habríamos perdido unas aventuras magníficas.
La vida consiste en intentar cosas. Y, cuando lo hacemos, el rechazo siempre es una posibilidad. Sea grande o pequeño, el rechazo nos afecta a todos No hace falta que el rechazo sea por cosas importantes, como que no te acepten en tu universidad preferida, no te seleccionen para el equipo deportivo que más te interesa, o no tengas pareja para ir al baile de fin de curso. También puedes sentirte rechazado en situaciones cotidianas, por ejemplo si tu chiste no ha hecho gracia, si nadie se acuerda de guardarte sitio en la mesa a la hora de comer o si la persona que te gusta de verdad habla con todo el mundo salvo contigo.
Sentirse rechazado es lo contrario a sentirse aceptado. Pero el hecho de que una persona reciba un rechazo (algo que a todos nos ocurrirá algunas veces) no significa que no la aprecien, valoren o consideren importante. Solo significa que, una vez, en una situación y con una persona en concreto, las cosas no han salido bien.
El rechazo duele. Pero es imposible evitarlo por completo. De hecho, no sería bueno hacerlo: las personas que tienen demasiado miedo al rechazo pueden no atreverse a intentar algo que desean. Desde luego, evitan el rechazo, pero también tienen absolutamente garantizado que nunca conseguirán lo que desean porque no se atreven a intentarlo.

 

Cómo afrontar el rechazo

Cuanto mejor aprendemos a manejar el rechazo, menos nos afecta. Por lo tanto, ¿Cómo puedes desarrollar la capacidad de afrontar el rechazo? Se sincero, desarrolla tu fortaleza interior. Tenemos que saber afrontar, sea lo que sea, esto nos dá confianza para volver a intentarlo.

Afrontar adecuadamente el rechazo implica trabajar dos cosas: Cómo te sientes y qué piensas. Si te sientes rechazado, reconócelo ante ti mismo. No trates de ignorar el dolor o fingir que no te duele. En vez de pensar "No debería sentirme así", piensa que es normal sentirse como tú, dada tu situación. Percibe la intensidad de tus sentimientos. 

Si lo deseas, explica a alguien qué ha sucedido y cómo te sientes. Elige a una persona que te escuche y te apoye. Contárselo a alguien puede ayudarte por dos motivos:

1. Es posible que te tranquilice saber que alguien comprende por lo que estás pasando y cómo te sientes.
2. Te obliga a poner tus sentimientos en palabras.



La diferencia entre las personas estables y las inestables es la facilidad con que estas últimas oscilan entre la alegría y la tristeza, el temor y la expectación, la aceptación y el rechazo, la sorpresa y la ira. Los cambios de ánimo pueden ser radicales, lo que provoca un efecto de retroalimentación: la fluctuación continua les conduce a la ansiedad, por lo que huyen de lo que les perturba. FALTA DE ECUANIMIDAD (Trabajaremos en ella próximamente)

 

Factores de desequilibrio emocional

Plutchik señala tres que son también causa de que las personas no maduran con la edad.
·        Una Educación poco acertada: La sobreprotección familiar predispone a la inestabilidad. Un niño acostumbrado a llamar la atención y conseguir lo que quiere y cuando lo quiere, tiene garantizada una tendencia a exagerar sus reacciones. La subproteccion familiar también predispone a la inestabilidad.
·        El tránsito traumático hacia la madurez personal: La adolescencia es un capítulo difícil en la vida de todo ser humano. Tener que afrontar las responsabilidades de la vida adulta, con sus éxitos y fracasos, hace que muchos se queden anclados en la inmadurez.
·        La búsqueda constante del ideal: A menudo se da de manera inconsciente y suele derivar de una educación basada en perseguir el perfeccionamiento y la excelencia en todo. Una infancia colmada de críticas es uno de los grandes fallos.



Fuentes:
http://lamenteesmaravillosa.com/la-aceptacion-el-proceso-de-tu-desarrollo-personal/
http://teenshealth.org/teen/en_espanol/mente/rejection_esp.html#

NVA

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