martes, 10 de febrero de 2015

MENTE CONSCIENTE, MENTE INCONSCIENTE Y MENTE SUBCONSCIENTE.

Entre la mente consciente, la mente inconsciente y la mente subconsciente, existen muchas diferencias entre conceptos y  muchas veces son tergiversados o confundidos por su naturaleza misma.
La ciencia ha logrado grandes avances en conocer la manera como funciona el cerebro humano, llegando a la conclusión de que se puede dividir la mente en tres partes, teoría  aceptada por la aplicación que tiene en la vida diaria.   


Lo cierto es que como seres humanos, hemos evolucionado desde siempre, para adaptarnos a nuestro entorno, a las nuevas necesidades que nos surgen como especie y al desarrollo de nuestra inteligencia.

Sin embargo, así como muchos animales desarrollaron alas para volar o maneras de respirar bajo el agua, el desarrollo humano fue principalmente intelectual, debido a que gracias a nuestro intelecto, no necesitamos desarrollar tanto nuestro cuerpo, como nuestra mente.

Por ejemplo nunca fue necesaria una mejor piel, pues inventamos la ropa y construimos sitios dónde vivir, lejos de las inclemencias de elementos como el sol y sus efectos, y como este, muchos  ejemplos que nos dejan saber que aunque somos realmente una especie débil respecto a muchas otras que han evolucionado hasta ahora, que contamos con un escudo bastante poderoso y es nuestra mente misma.

Así pues, dicha mente está dividida en 3 partes como veremos a continuación, estas partes son:
Consciente
Inconsciente
Subconsciente
Cada una de ellas tiene igual importancia en nuestro comportamiento y actitud día a día. El hecho de que se tomen en consideración las 3 mentes explica los deseos y comportamientos humanos en su máxima expresión.


La mente consciente.
Es la más conocida de todas. Es en la cual desarrollamos directamente la inteligencia y mediante la cual adquirimos los conocimientos. También podríamos denominar a la mente consciente, como la mente lógica o racional. Es la que nos permite tomar decisiones acertadas en determinados instantes con base en las condiciones y el análisis que se pueda realizar sobre ellas. La mente consciente es la que usamos para saber cómo hacer lo que vamos a hacer. Es con la que le prestamos atención a los detalles y con la que llevamos a cabo nuestras acciones. Usamos nuestra mente consciente por ejemplo, para decidir si cruzar o no la calle, con base en si vemos o no tráfico en determinado momento. La mente consciente muchas veces hace uso de los recuerdos y las memorias almacenadas, por lo que tiende a desarrollar y mejorar sus habilidades con el tiempo. Pero lo más curioso es que mientras más se desarrolla una habilidad conscientemente, más se vuelve ésta subconsciente y hasta inconsciente.
Los caminos neuronales que componen la mente consciente, por lo regular son fuertes y vienen programados, no sólo desde nuestros antepasados a través de la genética, sino también desde nuestra infancia, a través de nuestros aprendizajes. Podemos decir en definitiva entonces, que es quizás la mente consciente la que percibimos como más activa en todo momento y con la que forjamos nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.

La mente subconsciente
La mente subconsciente  es la mente emocional. Es aquella que se deja llevar por los gustos, los deseos y el corazón. Subconscientemente creamos fuertes enlaces neuronales hacia ciertas cosas o personas. Por ejemplo, intenta cambiar de lugar el bote de basura de tu cocina o de tu cuarto y verás como te tomará al menos unos días acostumbrarte a su nueva ubicación. Esto debido a que la conexión neuronal se había fortalecido y de manera subconsciente conocíamos su lugar, por lo que no teníamos que pensar conscientemente en dónde tirar la basura. Un ejemplo claro de que mientras más se realice y se mejore una acción conscientemente, más subconsciente se vuelve, en ocasiones incluso hasta llegar a convertirse en inconsciente. Pero no sólo ocurre con las acciones del día a día. Ocurre también con nuestros sentimientos. Cuando nos habituamos a estar con alguna persona, a intercambiar momentos valiosos y emociones, nuestra mente subconsciente va fortaleciendo sus conexiones neuronales hacia ella y posteriormente puede llegar a surgir el amor y el afecto. Es por esto que es tan duro para una madre perder un hijo, porque la conexión es sólida como roca, y se empieza a crear desde la mismísima fecundación.
Nuestra mente subconsciente es la encargada de obligarnos a llevar a cabo acciones que en ocasiones consideramos irracionales. Es por ejemplo la que nos impulsa a comprar cosas innecesarias en ocasiones, o la que nos hace sentir celos o ira. Es la encargada en sí, de nuestros sentimientos, pues es la mente que nunca olvida. A través de la mente subconsciente, se tiene acceso a todos los recuerdos que el cerebro ha almacenado. Si quisieras conscientemente recordar todo lo que has hecho en tu vida, lo más posible es que lo encontrases bastante complejo. Pero cosas que incluso creías que habías olvidado, las puedes recordar si logras tener un acceso a esa mente subconsciente. Como por ejemplo cuando hablamos con un viejo amigo de experiencias pasadas. Estas conversaciones en sí mismas crean atajos a nuestros recuerdos almacenados en el cerebro, y los traen de vuelta mediante nuestra mente subconsciente. Es por esta mente subconsciente que podemos recordar cosas tan abstractas como sentimientos (por ejemplo, cómo nos sentimos en cierto lugar, o con ciertas personas) y hasta olores.

Mente inconsciente:
Finalmente nuestra mente inconsciente, es la más primitiva de todas. Es aquella que almacena todas aquellas experiencias vividas por nuestra especie en sus millones de años de existencia. Es la encargada de gestionar cuestiones fisiológicas tales como la respiración, el ejemplo más claro de todos. Fácilmente puedes controlar de manera consciente tu respiración y aumentar, disminuir o detener su ritmo en cualquier momento. Pero cuando no lo haces, y estás ocupado en muchas otras cosas, tu mente inconsciente toma el control y te permite seguir viviendo. Cuando estás durmiendo, por ejemplo, no piensas en respirar, porque simplemente tu mente consciente está dopada. Está viviendo un trance que las otras dos mentes le imponen, con el objetivo de brindar descanso al cuerpo y como recientemente se ha descubierto consolidar memorias a largo plazo. La mente inconsciente, es la que por ejemplo te hace cerrar los ojos cuando detecta algún peligro potencial acercándose a tu rostro. O la que mueve tus brazos para protegerte la cara cuando alguien intenta golpearte. En definitiva, es una mente reactiva y cuyos patrones de acción están determinados por situaciones y vivencias milenarias. Inconscientemente realizamos todo tipo de cosas que incluso hoy en día podrían considerarse obsoletas conforme al avance intelectual de nuestra especie. Es también la encargada de hacernos sentir placer y dolor. Es esta la mente encargada de centrarnos en nuestra zona de confort y de alejarnos de las situaciones incomodas de la vida.

A pesar de que también es posible comunicarse con esta mente y hasta cambiar su forma de dominar nuestras acciones, es la más compleja de todas. Debido a que sus funciones vienen determinadas por una genética increíblemente fuerte de muchos, pero muchos años de aprendizaje y error.

Gran parte de los contenidos de este blog, se enfocan en dominar nuestra mente subconsciente e inconsciente, y el control absoluto de estas dos, en armonía con nuestra consciencia, nos permitirá lograr el éxito de forma congruente y consistente de acuerdo a nuestros principios y valores.


Autor: Juan Sebastián Celis Maya

NVA

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