La vida también es como un juego de
rol de ordenador que tú (como yo superior) ayudas a diseñar y que luego
experimentas. El argumento general del juego se decide de antemano, pero cómo
se desarrolle en realidad depende de como juegues y de las elecciones que hagas.
¿Cuál es el objetivo del juego?
Experimentar y comprenderte mejor a
ti mismo, a los demás y a la realidad. Cualquier cosa por la que pases en la
vida, que te afecte para lo bueno o para lo malo, está allí para cumplir este
propósito.
Esas experiencias están ahí para ayudarte a convertirte en más listo y sabio. Contienen lecciones de aprendizaje, y están arregladas para ti por el diseñador del juego; el yo superior que lo diseñó, y que todavía puede efectuar cambios en el juego mientras lo juegas.
Para darte una mejor idea de a qué tipo de lecciones me refiero, he aquí algunas ideas:
1. Aprendes de lo que realmente
eres capaz de hacer, sobreponiéndote a tus miedos; aprendes la sabiduría de
manejar situaciones complejas con el mejor resultado para cada uno de quiénes
están involucrados;
2. Aprendes cómo se sienten los
demás cuando les hieres a través de elecciones egoístas;
3. Aprendes a distinguir lo bueno y
verdadero de lo oscuro y falso;
4. Aprendes cómo dominar a las partes oscuras de ti mismo que te traen
dolor y desgracia.
5. Aprendes por el contrario a
seguir lo que es bueno en ti y que te aporta paz y felicidad;
6: Aprendes lo que realmente tiene
significado y valor, y qué son ilusiones que no hacen feliz a tu alma.
7. Aprendes
sobre lo que significa realmente el amor.
8. Aprendes cómo trabajar la
realidad y de sus limitaciones.
Tú, el yo inferior, no decides qué lecciones necesitas, pero tú decides el ritmo y tipo de experiencia que necesitas para aprender una lección en particular. Por ejemplo, si tienes una mente abierta, y te gusta aprender, la experiencia puede ser fácil y excitante porque es todo lo que necesitas para alcanzar el objetivo. Pero si eres obstinado, y te quedas pegado a tus pensamientos, la experiencia puede ser más dura para que la lección sea aprendida.
Si una experiencia no llega a poder
transmitirte su mensaje, se repetirá bajo circunstancias similares aunque
diferentes, a fin de que tengas otra oportunidad. Pero cuanto más la ignores,
más dolorosa será la próxima experiencia que se repita. Así pues, la clave para
tener una vida más fácil y excitante es prestar atención a lo que tus experiencias
tienen que enseñarte, y luego utilizar lo que aprendes para hacer mejores
elecciones en el futuro.
Estas lecciones sencillamente te
hacen comprender lo que viste antes, cambiando por eso tu enfoque de la vida
para mejorar. Pero si el mismo mal episodio continúa repitiéndose entonces hay
algo que no estás captando, o si lo hiciste, algo que no estás poniendo en
práctica.
No siempre es fácil imaginar qué debe ser, pero pregunta a tu yo superior y quizá la respuesta te llegará a los pocos días como una realización, o pregunta a alguien que sea más sabio que tú y te haga algunas sugerencias.
Fuente:Bibliotecapleyades.org/ascensión
NVA
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