Bruce Lipton ha conseguido
aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo
"alérgicos" que son los científicos a los temas trascendentales. Es
doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. ( 21
de octubre de 1944 (71 años), Mt. Kisco, New Cork (EE.
UU.), es un biólogo celular conocido por ser un proponente de que los genes y el ADN pueden modificarse por las creencias de una persona.
Enseña en la Universidad
de Quiropráctica de Nueva Zelanda.
Sus
estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el
entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus descubrimientos (que
iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es
controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a
criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.
Pregunta:
Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan
peligrosos son los medicamentos que nos recetan?
Respuesta:
Nos dan
medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo.
Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está
interrelacionada toda la bioquímica del organismo.
Cuando tomo
una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar
donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los
llamados "efectos secundarios". Pero, en realidad, no son secundarios
sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto
sino múltiples.
Según las
estadísticas en EE.UU., ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada
año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas
ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas
bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que
ayuda.
Tiene que
aprender cómo funcionan las células.
Pregunta:
¿Qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la
medicina?
Respuesta:
Yo ya
trabajaba con ellas en los años 60. Fui
un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un
experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una
célula madre en un plato petri y, como
cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de
células, todas idénticas. Luego
cogí algunas de ellas, las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular
(son más como peces porque viven en un entorno fluido). Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después,
cogí otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó
hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno.
Entonces,
la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas
eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un
entorno nocivo, las células enferman y mueren.
Si un
médico las mirara, diría: "¿Qué medicina hay que darles?" ¡Pero no
hace falta ninguna medicina!
Les
cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células
sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto,
la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad.
¡El
humano es un plato petri cubierto de piel!
Pregunta:
¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?
Respuesta:
Dentro de
mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre,
por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula.
Pregunta:
¿Y qué
controla la sangre?
Respuesta:
Pues el
sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La
célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en
un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un
entorno sano, entonces sana.
Por tanto,
la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química
de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si
cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la
química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el
entorno.
Pregunta:
En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?
Respuesta:
No es tan
fácil, porque la mente interpreta.
Puede
suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un
entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo
enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una
mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente.
Si metes un
programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en
armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo.
Cambio mi
creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto
me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de
azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias.
Y a eso lo
llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.
Pregunta:
¿Está diciendo que el efecto placebo - creer que algo nos sanará - es
más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.
Respuesta:
Sí, tienes
razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener
que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no
interesa el cambio a los que controlan la energía.
Lo mismo
pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿Poder sanar sin
fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes
sin comprar sus fármacos.
¿Se puede
poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían
vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce
no gana dinero.
Deberíamos
poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no
es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese
dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan.
El dinero
controla la ciencia...
Pregunta:
Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.
Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.
Respuesta:
He hablado
de que la mente controla: Si piensa de una manera, se va en una dirección y, si
piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a
alguien a quien amo, entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo
puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las
células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y
veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas.
La primera
es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un
león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo
lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo
lo que tiene que ver con el crecimiento.
La gente no
lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada
día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas.
Cada tres
días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se interfiere con ese
crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas
células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea
problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer.
La segunda
consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa
energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo,
te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.
Pregunta:
Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?
Respuesta:
Las
hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este
efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi
sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del
estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que
suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento.
Cuando la
persona está bajo estrés, afecta de dos maneras:
La primera
es que deja de haber crecimiento
La segunda
es que se apaga el sistema inmunitario
De esta
forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho
estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada
persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos
siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una
vez que se apaga el sistema inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no
tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El
90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y
también el cáncer funciona igual.
Pregunta:
Explíquenos qué es la medicina cuántica o
medicina de la energía.
Respuesta:
Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones.
Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones.
¿Y qué hay
dentro? Energía.
La ciencia
más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la Newtoniania. La
medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva
medicina dice
que hay que cambiarla con energía.
Y esta
nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el
campo energético que el físico.
Pregunta:
Si todo es energía, y los pensamientos también ¿Cómo influyen en
nuestra salud?
Respuesta:
La mente es
energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más
poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas
porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la
mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un
campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es
capaz de cambiar el organismo.
Y así es
como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina.
La gente
sanaba con los chamanes, con las manos... pero eso no puede vender y por eso la medicina no
quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera.
Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que
eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el
pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el
pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo.
Por tanto,
el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.
Pregunta:
Y eso enlaza con la física
cuántica.
Respuesta:
Totalmente.
Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira
hacia ahí porque el dinero está en otro lado.
Pregunta:
Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es
el subconsciente, ¿Por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?
Respuesta:
- Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo. Pero no lo podemos controlar. Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros 6/7 años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida.
- Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo. Pero no lo podemos controlar. Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros 6/7 años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida.
Por tanto,
hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el
entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.
Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!
Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!
La gente,
cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes
que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros
abuelos ni bisabuelos.
Ahora bien,
cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que
si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede
padecer cáncer aunque su genética sea diferente.
Sería algo
así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado
esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te
enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de
tu cuerpo, cuyo conductor es la mente.
El futuro
es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.
Pregunta:
¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más
felices con nuestra vida?
Respuesta:
Los
comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar
haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa.
Al cambiar
estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay
varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra
algo, la subconsciente también filtra esa información, pero no es así. La mente
consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos.
Si le
enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente,
pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta
que se crea un hábito.
Si leo un
libro de autoayuda, mi mente consciente dice:
"Sé
todo lo que hay en el libro y lo aplico", pero la subconsciente no se
entera de nada.
Entonces,
piensas: "¿Por qué sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?"
Los pensamientos positivos, el
conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi
niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son
suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados.
Todo sigue
igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en
la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el
subconsciente, es como un aprendizaje rápido.
Pregunta:
Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que
evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?
Respuesta:
- Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores.
- Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores.
Tú tienes
diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales
del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad,
porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica,
diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen un
programa televisivo.
Esos
receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el
tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión.
Así que
cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa, pero en
otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser.
Si ese ser
tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo
mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el
cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.
Pregunta:
¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?
Respuesta:
Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿Por qué esa duplicidad?, ¿Por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿A qué sabe el chocolate?
Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿Por qué esa duplicidad?, ¿Por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿A qué sabe el chocolate?
Solo con la
parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está
enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede
oler, sentir, tener experiencias.
Recoge todo
eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la
fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la
memoria hasta que tenga otro cuerpo.
La lección
más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que
podemos sentir.
Cuando
hagamos eso, todo el mundo estará sano.
Los pensamientos curan más que los medicamentos
Fuente: Entrevista a Bruce Lipton
Autor Montse Cano
El Correo del Sol
Biblioteca Pleyades
NVA
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