Coeficiente
intelectual en niños, ¿es igual que en adultos?
Los test de inteligencia realizados a
niños son más un recurso para conocer su rendimiento y necesidades, que una
escala para puntuar sus capacidades
El coeficiente intelectual mide la capacidad de razonar de las
personas, su proceso de aprendizaje y el modo de relacionar la información
recibida. Es una medida que se calcula a partir de unos parámetros estándar,
que determinan si una persona es más hábil o más lenta en sus razonamientos. La
mayoría de las personas sienten interés por saber cuál es su resultado en un
test de este tipo. Del mismo modo, los padres quieren conocer la capacidad de
sus hijos, con el objetivo de atender sus necesidades tanto en un sentido como
en otro, esto es, tanto si son superdotados como si necesitan refuerzo.
Explicamos en qué consiste el coeficiente
intelectual infantil, cómo se calcula en los niños y cómo pueden ayudar los
padres.
Coeficiente intelectual en niños
Saber si un niño es
superdotado, si tiene capacidades superiores para el aprendizaje o si, por el
contrario, tiene dificultades es una de las preocupaciones de los padres cuando
los hijos son pequeños y, en especial, cuando asisten al colegio por primera vez. Distintas pruebas
son adecuadas para responder a esta pregunta, siempre realizadas por
profesionales que sepan cómo interpretar los resultados. Entre ellas, los test de inteligencia se emplean en el ámbito escolar
para conocer las posibilidades intelectuales de los estudiantes,
predecir su rendimiento o detectar necesidades educativas.
Los
test de inteligencia se emplean en el aula para evaluar las capacidades de los
niños y su edad mental. Cuando un adulto realiza un test de inteligencia, espera conocer
un resultado, un número que le diga cuál es su valor en una escala. Sin
embargo, en el caso de los menores, los test de inteligencia en el aula son un
baremo que evalúa sus capacidades. Se
analizan las aptitudes para atenderles correctamente, ya que un
caso de altas capacidades no detectado es también motivo de fracaso escolar.
La diferencia entre los
resultados de un test en un niño y en un adulto es que en los pequeños se atiende a la
edad mental. Se compara si esta coincide con su edad
cronológica y, a partir de ahí, se valoran las capacidades. Tener una edad
mental inferior a la cronológica implica que el niño es más lento en la
asimilación de contenidos. Un estudio reveló, no obstante, que la motivación al realizar un test
de inteligencia es un factor que influye en el resultado. El hecho de empeñarse
en hacer algo bien ayudaría al éxito.
¿Es mi hijo un niño superdotado?
De este modo se hace
hincapié en la importancia
de la comunicación entre los padres y el colegio para prestar a los pequeños la
atención que requieren en
estos casos. El test propuesto recoge preguntas sencillas dirigidas a los
progenitores, que han de marcar con una "x" la respuesta con la que
identifican el comportamiento de su hijo. Cada respuesta tiene un valor que,
sumado al resto, establece el umbral a partir del cual convendría que los
padres acudieran a un especialista para consultarle acerca de su pequeño.
Aprender a leer solos
antes de los seis años y decantarse por los juegos complicados pueden ser
síntomas de altas capacidades
Las cuestiones más
valoradas, que dan pistas sobre las capacidades de los hijos, hacen referencia
a características de los niños como haber aprendido a leer solo antes
de los seis años o con ayuda, antes de la misma edad (son las respuestas que más puntúan),
tener sentido estético y del arte muy desarrollado, destacar en clase sin
esfuerzo aparente, interesarse por el universo, preferir trabajar solo, los
juegos complicados, hacer preguntas originales o dialogar con adultos.
No obstante, el
diagnóstico debe realizarlo siempre un especialista, por lo que estos test
sirven como orientación, pero no se pueden tomar como referencia. El
diagnóstico exige una serie de pruebas que solo un profesional debería llevar a
cabo. Estas miden el potencial intelectual, la edad mental y la creatividad de
cada persona. Se considera que una vez cumplidos los tres años, las habilidades
en un niño superdotado no responden a precocidad, recuerda Alicia Rodríguez, presidenta de la Asociación Española
para Superdotados y con Talento (AEST).
Escala de inteligencia de Wechsler
El Consejo General de
Colegios Oficiales de Psicólogos señala, a propósito del test
de WISC-IV (o de
Wechsler), que es una excelente prueba para la exploración de las capacidades
cognoscitivas. Detalla que este comprende
cuatro grandes índices: comprensión verbal y razonamiento perceptivo, memoria
de trabajo y velocidad del procesamiento. Asegura que
"permite identificar las debilidades y fortalezas específicas" de una
persona, si bien advierte de que es "menos sensible a las dificultades de
aprendizaje", por lo que se recomienda que lo realice siempre un
profesional que sepa interpretar los resultados.
Autora
Azucena Garcia.
NVA
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