El 21 de noviembre se
celebró el Día Mundial de la Espina Bífida. La espina bífida es un Defecto del
Tubo Neural
Puede prevenirse tomando
ácido fólico antes y durante el embarazo.
La
espina bífida es una grave enfermedad que se produce debido a una malformación
congénita en el
embarazo, entre la segunda y tercera semana de gestación. Se trata de un
Defecto del Tubo Neural (DTN).
En
España, entre 8 y 10 de cada 10.000 recién nacidos presenta alguna
malformación del tubo neural, según un Estudio Colaborativo Español de Malformaciones
Congénitas. El tubo neural es un canal
que se cierra para
permitir la formación del sistema nervioso central del futuro bebé. Cuando
éste no se cierra correctamente, la médula ósea queda totalmente desprotegida.
Esta situación produce graves daños en el bebé al nacer, ya que afecta al
sistema nervioso central, el aparato locomotor y el sistema genitourinario.
Si
hay antecedentes familiares o existen factores de
riesgo se realizan una serie de pruebas en el embarazo para comprobar o
descartar la existencia de la espina bífida. Las pruebas más habituales
son la ecografía
(semana 20
de la gestación) y la amniocentesis, pero
también se realiza un estudio del nivel de alfafetoproteína (proteína que se
desarrolla en el feto) en la sangre de la madre. No obstante, no siempre es
sencillo detectarla.
¿Cuántos tipos de espina bífida existen?
Existen
diferentes tipos de espina bífida: oculta, meningocele, mielomeningocele.
¿Por qué se produce la espina bífida?
Se desconocen las causas exactas que producen la enfermedad.
Los expertos señalan que se debe a una combinación de factores genéticos
y ambientales.
Existen algunos factores de riesgo si la madre es diabética, consume alcohol o drogas en cantidades importantes, lleva una dieta pobre
o sigue un tratamiento con hormonas
sexuales. No obstante, la
espina bífida se puede prevenir tomando ácido fólico antes de quedarse embarazada y durante
los primeros meses de embarazo.
¿Se puede curar la espina bífida?
La espina bífida no tiene curación. El bebé al nacer puede sufrir
parálisis, hidrocefalia y retrasos en el desarrollo físico y motor.
Una vez diagnosticada la enfermedad, es importante trabajar el aspecto motor
mediante estimulación para que el niño siga un desarrollo psicomotor como el de
un niño normal. Los niños con espina bífida pueden tener dificultades para
caminar y graves problemas intestinales. Muchos de ellos necesitan muletas o
sillas de ruedas.
Autor: María Abalo Gandía
NVA
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