lunes, 17 de noviembre de 2014

DIA EUROPEO PARA EL USO PRUDENTE DE ANTIBIÓTICOS. 18 DE NOVIEMBRE

El 18 de noviembre se celebra el “Día Europeo para el Uso Prudente de Antibióticos” con el objetivo de concienciar a los profesionales sanitarios y a la población general sobre la importancia de lautilización responsable de los antibióticos.
Se estima que en la Unión Europea más de 25.000 muertes anuales son debidas a bacterias multiresistentes, con unos costes añadidos de aproximadamente 1.500 millones de euros por cuidados extras hospitalarios, cuidados médicos y pérdidas en la productividad.
Atendiendo a la relevancia de este problema se creó un grupo de trabajo, auspiciado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, para elaborar el “Plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antimicrobianos”, constituido por las partes interesadas en este tema, entre los que se encuentra el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.  


Es una excelente oportunidad para poner de relieve la importancia capital de la profesión farmacéutica en el ámbito de la salud pública, como elemento inseparable e imprescindible de su actividad global. Y, en este sentido, la lucha contra la resistencia bacteriana a los antibióticos constituye un elemento de primer orden. 
Los antibióticos constituyen un amplio y heterogéneo grupo de medicamentos cuya utilización en medicina humana y veterinaria ha supuesto en el último medio siglo un progreso extraordinario para la calidad de vida sanitaria de las personas. Como ocurre con cualquier medicamento, los antibióticos requieren ser utilizados adecuadamente, en las circunstancias y con las condiciones requeridas para cada paciente, con el fin de obtener el máximo nivel de eficacia con el menor riesgo. Sin embargo, los antibióticos plantean el problema adicional de la resistencia microbiana. 
El empleo de un antibiótico en una infección producida por gérmenes poco o nada sensibles a ese antibiótico puede provocar un agravamiento del proceso patológico, al seleccionar justamente los microorganismos más peligrosos. Igualmente, cuando se emplean con dosis o vías de administración inadecuadas, las concentraciones del antibiótico pueden no ser suficientes como para provocar la destrucción del microorganismo, facilitando que éste pueda desarrollar mecanismos bioquímicos para evitar el ataque del antibiótico o incluirse destruirle. El problema es que el desarrollo de esta capacidad de resistencia por un determinado germen podrá transmitirla a todos sus descendientes o incluso a otros gérmenes. 
Aunque la resistencia no es el único problema derivado del uso incontrolado de antibióticos, sin duda es el más relevante y es lo que hace especialmente importante plantear su uso racional , papel en el que los profesionales farmacéuticos tienen un papel relevante. 
La aparición de resistencia microbiana en cada país, con especial énfasis en la resistencia bacteriana, está ligada a un amplio y diverso colectivo de factores. Es prácticamente imposible establecer cuantitativamente el grado de responsabilidad correspondiente a cada uno de los múltiples factores implicados en el desarrollo de resistencia microbiana. Es la presión colectiva de todos ellos lo que la determina y, por tanto, cualquier acción que no contemple de forma global el problema está necesariamente abocada al fracaso. En España y, en mayor o menor medida, en el resto de los países de la Unión Europea podemos encontrar los siguientes factores: 
·      Factores naturales:
·      Incremento de la presión ecológica sobre las especies microbianas
·      Prevalencia desigual de enfermedades infecciosas áreas geográficas diversas
·      Factores ligados a la prescripción de antimicrobianos, tanto en seres humanos como en animales:
·      Errores en el diagnóstico y/o tratamiento
·      Abuso en la prescripción de antibióticos
·      Uso para indicaciones no autorizadas
·      Usos extrasanitarios explotaciones agrícolas o ganaderas
·      Factores ligados a distribución y dispensación de antimicrobianos:
·      Dispensación de antibióticos sin receta.
·      Distribución directa por sanitarios no farmacéuticos: médicos, veterinarios, enfermeros, etc.
·      Ausencia de control farmacéutico en la distribución en veterinaria
·      Factores ligados a la eliminación de restos:
·      Uso inadecuado en animales de consumo
·      Eliminación inapropiada de restos de envases en Atención Primaria y Hospitalaria.
·      Eliminación inapropiada de excretas procedentes de hospitales y explotaciones ganadereas
·      Factores ligados a la Administración Pública :
·      Deficiencias en recursos para el diagnóstico y la formación continuada
·      Ausencia de consensos científicos sobre utilización de antibióticos
·      Factores ligados a la industria farmacéutica:
·      Presión comercial excesiva a médicos y veterinarios
·      Elevado número de presentaciones comerciales de medicamentos, con pocas o nulas diferencias entre ellas.
·      Escaso nivel de innovación
·      Factores ligados a los pacientes
·      Incumplimiento terapéutico.
·      Autoconsumo (consumo de restos anteriores o dispensación inadecuada) 
Desgraciadamente, en relación con Europa y otros países occidentales como Estados Unidos y Canadá, España muestra registros muy desfavorables de resistencia, especialmente en patógenos bacterianos de ámbito extrahospitalario. Por ejemplo en el caso de Escherichia coli (una de las bacterias que forma parte de la flora intestinal humana y de gran prevalencia en patología infecciosa), según la red oficial europea de vigilancia de la resistencia a antibióticos, European Antimicrobial Resistance Surveillance System (EARSS), la resistencia a ciprofloxacino en España había aumentado desde el 17,2% en 2001 al 29,2% en 2005.
Es, por tanto, un grave problema sanitario, tal y como ha sido puesto de manifiesto por la publicación del Eurobarómetro Especial Sobre Resistencia a Antibióticos a principios de este año, que también ha permitido conocer el grado de conocimiento de la población sobre este tipo de medicamentos, así como determinar la mejor manera de concienciar a la población sobre los riesgos de un uso inadecuado, valorar el impacto que tienen las campañas informativas desarrolladas y, en no menor medida, intentar modificar comportamientos de la población. La encuesta se realizó durante los meses de noviembre-diciembre de 2009 en los 27 Estados Miembros de la Unión Europea , con cerca de 27.000 personas entrevistadas. 
Es fácil entender el problema del uso racional de los antibióticos considerando que un 40% de los europeos encuestados tomaron algún antibiótico por vía oral en los doce meses previos a la realización de la encuesta, observándose que los ciudadanos del sur de Europa lo hicieron en una proporción más alta (Italia 57%, Malta 55%, España 53%) que los de países del norte (Suecia 22%, Alemania 28%, Dinamarca 30%). 
El 95% de los europeos encuestados los consiguieron con receta médica; un 3% lo hicieron sin receta en una farmacia y un 2% utilizó antibióticos sobrantes de tratamientos anteriores. Los países con un mayor porcentaje de personas que dijeron haber conseguido sus antibióticos sin receta fueron: Rumania (16%), Lituania y Grecia (7%), Chipre y Letonia (6%). El dato para España fue del 4%. 
Un 34% de los europeos encuestados dieron como motivo para haber tomado antibióticos una gripe o un resfriado (20% gripe y 14% resfriado). España con un 32% fue el país con el mayor porcentaje de población que dijo tomar antibióticos para la gripe, seguido de Austria (31%) y Chipre (28%). Para resfriados, el porcentaje de España fue también de los más elevados con un 24% , aunque ampliamente superado por Rumania (40%) y Bulgaria (32%). Llama también mucho la atención que un 5% dijera haber tomado antibióticos para el tratamiento del dolor de cabeza. 
De nuevo, los más jóvenes tomaron antibióticos para gripe o resfriados en mayor proporción que personas mayores de 55 años (39% vs. 27%) y aquellos con mayores conocimientos sobre antibióticos los emplearon de un modo más responsable que aquellos peor informados (11% vs. 46%). 
Para evaluar el grado de conocimiento sobre antibióticos se pidió que los encuestados respondiesen si era verdadero o falso que:


VERDADERO
….FALSO.....



Los antibióticos matan virus





Los antibióticos son eficaces frente a resfriados y gripe





El uso innecesario de antibióticos los hace ineficaces





Tomar antibióticos conlleva a menudo la aparición de efectos secundarios como la diarrea. 




Sólo el 20% dio la respuesta correcta a las 4 preguntas y la media europea de respuestas correctas fue del 2,3 sobre 4. De forma bastante clara los países del norte de Europa estaban entre los mejores informados sobre los efectos de los antibióticos (cuatro respuestas correctas): Finlandia (44%), Suecia (39%) y Dinamarca (37%). En el caso de España las tasas de respuestas correctas individuales oscilaron entre 68% y el 88%, por encima de la media europea (54-83%). 
El 37% de los europeos recordaba haber recibido información sobre no utilizar antibióticos innecesariamente en el último año. Francia (67%), Finlandia (60%), Luxemburgo (56%) y España 51%) fueron los países en los que hubo mayor proporción de personas que recordaban haber recibido esta información. 
La realización de campañas sanitarias ha sido generalizada y en países como Francia (71%), Bélgica (51%), Luxemburgo (40%) o España 33% ), un elevado porcentaje de la población encuestada recuerda haber visto un anuncio en televisión sobre el tema. En este sentido, los países en los que la información recibida influyó más sobre los pacientes fueron Eslovaquia (57%), Irlanda (54%) y España (53%) 
Aunque, tal como ha quedado dicho, el problema de la resistencia bacteriana a los antibióticos es multifactorial, los farmacéuticos españoles han venido realizando un gran esfuerzo para combatirla, tanto desde el ejercicio individual como a través de la Organización Farmacéutica Colegial. En este sentido, el Consejo General y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España vienen realizando desde hace muchos años campañas de sensibilización entre los farmacéuticos y los propios pacientes, con informes técnicos y material divulgativo con indicaciones muy precisas sobre cómo actuar y utilizar los agentes antimicrobianos. Igualmente, el Consejo General ha participado en iniciativas de carácter público (Ministerio de Sanidad, Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) tanto de carácter divulgativo entre la población, como en comisiones de expertos. 



Fuente: http://www.ecdc.europa.eu/es/eaad/Pages/Home.aspx

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