De Hoy motivación, extraigo estos consejos:
1-Convertir
el miedo en curación
Uno de los
mejores consejos que he recibido es convertir el propio dolor y miedo en algo
creativo y también curativo. Muchas veces hemos experimentado en situaciones
dolorosas que tenemos un grado de “conexión” con personas y con las situaciones
de una forma distinta, como si se nos abriera una gran puerta llena de
creatividad. Así es, son momentos en los que podemos convertir el dolor en
nuevas decisiones, nuevas conexiones creativas. Pero no es solo eso, sino que
nuestro propio cambio también puede servir para inspirar a otros. El cambio no
es sencillo: en estas situaciones o bien el miedo nos amarga y empeora el
carácter, o bien tiende a encerrarnos en un cascarón. Ambos están originados
por el miedo. Conseguir convertir el miedo en un fin, en un propósito es lo
mejor que podemos hacer. Que esa apertura creativa y de conexión nos sirva para
actuar y avanzar con un sentido.
2-Déjalo ir
Trato de
aferrarme a situaciones, de perseguir objetivos hasta el límite, incluso trato
de cambiar a las personas cuando no se adaptan a mí. Pero hay situaciones y
personas que no van a cambiar. Es inútil en esos casos perseguir y empujar una
montaña que lo único que va a hacer es amargarnos y crear un gran
resentimiento. En esos momentos no hay cabida para vivir el momento presente y
disfrutar, nuestro malestar interior ocupa nuestra conciencia y nos bloquean el
disfrute.
A veces lo
mejor es dejarlo ir. Aceptar.
Una
técnica para hacerlo más fácil es no solamente dejarlo ir… sino sustituirlo por
otra actividad. Cambiar hábitos no es fácil, pero se hace todo más sencillo
cuando sustituimos el hábito “viejo” por uno nuevo. Déjalo ir… pero tomar otra
actividad para sustituir. Es el momento de recuperar hobbies o actividades
beneficiosas. Ese curso de pintura, ponerse en forma corriendo todos los días,
esa carrera que querías participar, ese cambio total de dieta para tener una
vida más saludable. Deja que se marche… cambia tu hábito y re-enfócate de
nuevo.
3-Perdonar
…pero
antes de nada nos tenemos que perdonar a nosotros mismos. Liberarnos de esa
losa enorme y dañina con la que nos machacamos a nosotros mismos. Solo una vez
que nos hemos perdonado, podremos hacerlo con otros. El débil no puede
perdonar. El perdón es un atributo de los fuertes.
No nos
equivoquemos, perdonar no es abrir la puerta a que nos hagan daño otra vez, es
abrir la puerta de la oportunidad. Cuando hayamos iniciado el camino de vencer
el miedo tendremos mucha más resistencia para que no nos afecten los
comportamientos de otros y lo que ocurre en nuestro entorno, sea lo que sea.
4-Autodeterminación.
Se tú mismo
Cuando no
hemos comenzado el camino de vencer el miedo, nuestras decisiones están
“contaminadas”. Somos demasiado influenciables por la opinión y los actos de
otros a nuestro alrededor. Nos moldean y acaban influyendo fácilmente en
nuestra forma de pensar. En esos momentos estamos en un estado vulnerable. Cuando
hemos convertido el miedo en curación, hemos dejado ir y hemos perdonado,
tenemos la capacidad para empezar a controlar nuestro destino. Tener el control
de nuestra vida y nuestras decisiones, y tener menos influencia de otros. Y
sobre todo… tendremos controlado a nuestro viejo enemigo: el pasado.
5-Amplia
tus miras
Simplemente
visualízate viviendo sin miedo. Imagina tu estado en esa situación, cómo será
tu vida, cómo podrías tomar más retos y abrir nuevos caminos. Los cuatro
últimos pasos han servido para abrir la puerta. Ahora toca ampliar miras y
decidir. La elección es tuya. Ya has elegido vencer el miedo.
Fuente:
http://hoymotivacion.com/vencer-el-miedo/
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